El diputado por el Frente Progresista hizo un análisis pormenorizado de la actualidad que atraviesa el país en medio de una nueva discusión por el presupuesto del año venidero. Más allá de las ideas que planteó en la cámara baja, el ex Ministro de la Producción de Santa Fe se animó una reflexión más profunda y afirmó que el último gran proyecto de país estuvo en el siglo XX, con el modelo de sustitución de importaciones.

Para Luis Contigiani, aquel panorama tuvo grandes éxitos. Como el hecho de llegar a bajar la pobreza hasta el 4%. Menos de un millón de personas se encontraban en esas condiciones a mediados de los '70.  "Desde 1976 a la fecha, Argentina ha entrado en un desbarranco y estancamiento muy profundo. Sin saber plantear un proyecto para el presente y el futuro", ahondó.

Más adelante en su exposición dejó ver que ninguno de los dos proyectos macroeconómicos que han reinado desde entonces pudieron controlar la inflación. Ni el liberal-financiero, ni el mal llamado estatista-populista. En ambos se observó una fuga de capitales por "la falta de un programa de desarrollo". Para Contigiani, sin pensar en eso, cualquier proyecto "va a correr de atrás a la realidad".

Algo lo que más le duele al oriundo de Arequito es la forma en la cual se fracturó socialmente el país. Con niveles de pobreza que, a su juicio, son escandaloso, inmorales y que deberían dar vergüenza. "Son personas descartadas, que están afectadas en su dignidad humana", aseguró. 

Pensando en las soluciones, no dudó y remarcó: "Hay que cambiar muchas cosas. Por ejemplo, el sistema financiero. Que está a contramano de las intereses de la gente, del comercio y del sistema productivo". Contigiani insistió en el hecho de que en un país serio, el financiamiento privado es un servicio. Y añadió que debe ir acompañado de una modificación profunda en materia impositiva.

El diputado tampoco dejó pasar la oportunidad para referirse a falsas verdades que intentan imponerse de los medios de comunicación hegemónicos. Dado que ve "muchos opinólogos economistas" que se sólo hablan de cuestiones macroeconómicas y técnicas. En ese sentido, descartó que el problema esté centrado en el gasto público. 

"Ojalá el problema argentino fuera el gasto público. Siempre se puede gastar mejor en el Estado. Pero ese número representado en el PBI, que debe rondar entre el 40 y 50%, es proporcional a la desindustralización", refrendó. Y recordó que todo aquello que no se genera mediante divisa producto del trabajo, hace que la economía no crezca. Ahí está el Estado para sostener la crisis y evitar el colapso económico.