Franco Armani es ídolo en Atlético Nacional. Ganó doce títulos, incluida la Copa Libertadores, y ya es el jugador con más trofeos conseguidos en la historia del Verde Paisa. El gran nivel del arquero casildense se mantiene pero no el de sus compañeros que experimentan una baja. Se notó en la primera final de la Liga Águila, donde cayeron 2-0 en Cali, ante el Deportivo.

Más allá de estar en un nuevo partido definitorio, los de Reinaldo Rueda llegaron a esta instancia gracias a las manos del Chili, quien fue figura en las semifinales ante Millonarios. Ante Cali el trabajo de la defensa fue muy irregular, a lo que se sumó la expulsión de un bastión de la última línea, Alexis Henríquez. De hecho, los locales tuvieron una primera opción para adelantarse en el marcador en el penal que falló Jefferson Duque. Luego, no perdonaron. Germán Mera y el propio Duque, que se tomó revancha, colocaron el 2-0 final.

El duelo del domingo será el de desquite. Allí Atlético Nacional deberá emparejar una serie en la que está 0-2. Para lograr el cometido no sólo deberá apoyarse en su arquero, sino que también tiene que crecer desde el juego y el compromiso para seguir siendo el elenco que domina el fútbol cafetero.

Mientras disputa las finales, los grandes de Argentina ponen los ojos en el arquero casildense. Tras la salida de Agustín Orión, su nombre suena en Racing aunque hay otros dos clubes que parecen interesados. Ante las dudas de Batalla y la juventud de Rossi, Armani aparece en la mira de River y Boca.