El ámbito de la Liga Casildense conoció su tranco como futbolista. Siempre incansable por la banda, Pablo Masiero supo ser campeón con su querido 9 de Julio y también, con Huracán de Chabás. Además, vistió la casaca de Unión Casildense y siempre se destacó por su llegada al gol y capacidad para correr durante los 90 minutos. Desde hace un tiempo, él hace correr a los demás. 

Venezuela parece ser tierra fértil para los preparadores físicos de la región. Rodolfo Paladini hizo escuela. De último paso en la selección vinotinto, su marca dejó huellas. Tras su estadía arribaron entre otros, Gabriel Brandoni, Andrés Cacciarelli y Javier Milán. 'Patita' era el hombre que entrenaba a Zamora hasta fines de 2015 cuando decidió emigrar por motivos personales. Allí se le abrió la puerta a Masiero, que ya había trabajado en Metropolitanos. "Llegué por recomendación de Rodo a los dos clubes. Fue un cambio grande, porque uno apuntaba a salvarse del descenso, y éste, a repetir el campeonato. Era salir campeón o nada. El objetivo era ese. Un desafío grande. El trabajo de Javi Milán había sido muy bueno, y duró tres años y medio. A Rodo Paladini le agradezco de por vida, por los gestos que tuvo conmigo. Una persona increíble, respetada en Venezuela, palabra mayor a nivel de preparación física", le cuenta Masiero a Casilda Plus desde la República Bolivariana.

El oriundo de Arequito se sumó para coordinar la pretemporada con la responsabilidad de mantener el nivel conseguido durante el segundo semestre de la temporada anterior, donde el elenco de Barinas fue campeón. Este año, el objetivo volvió a cumplirse y la séptima estrella de su historia quedó sellada, como así también la clasificación a la Libertadores de 2017.  "Zamora desplegó un muy buen juego, muy ofensivo. Salimos primeros de la fase regular y después en el mano a mano de los play-off nos fue muy bien. En el torneo, tenés que demostrar dos veces que sos el mejor. Es un grupo de jugadores muy predispuestos y un cuerpo técnico muy trabajador", agrega el ex volante que reconoce que aún le cuesta sacarse de encima al futbolista que lleva dentro. "Siempre que se cruza una pelota la quiero patear porque tengo el alma de jugador pero la verdad que me tocó estar rápido en un plantel profesional y lo disfruto. Trato de responder por Rodo Paladini que me recomendó, y para dejar mi nombre en alto"

"Fue un año duro, estar lejos de la familia cuesta bastante. Hay que centrarse en el trabajo y nada más. El que estuvo afuera sabe de lo que hablo. Ahora estoy en casa con el nene y mi mujer", le dijo Masiero a este medio después de reunirse con el cuerpo técnico para ya planificar los próximos objetivos. "Disfruto pero en diez días comenzamos de nuevo la pretemporada porque el campeonato arranca en menos de un mes". Sí, un día después de consagrarse, el profe volvió a poner manos a la obra y se mentalizó en base al futuro. La del trabajo constante es la fórmula con la que el arequitense se ganó un respeto entre sus pares del fútbol internacional y con la cual sonríe en este presente exitoso lejos de su tierra.