Primero los apartaron de su cargo y ahora los pasaron a disponibilidad. Dos policías de la Unidad Regional (UR IV) IV con asiento en Casilda están siendo investigados por posible corrupción dentro de la fuerza, a partir de extraños hechos ocurridos en la ciudad.

El pasado 2 de diciembre el jefe de la UR IV Ricardo Motta puso funciones como jefe del Comando Radioeléctrico al subcomisario Edgardo Savant, quien se venía desempeñando como Jefe de la División Operaciones; y como jefe de la Agrupación Cuerpos al comisario supervisor Sebastián Sanitá, quien se venía desempeñando como Jefe de la Comisaría 6ª de la localidad de Bigand y Tercera Zona de Inspección.

Los anteriores agentes que ocupaban esos cargos fueron apartados de sus cargos, y recientemente pasaron a disponibilidad por la investigación administrativa y también penal, a cargo de la doctora Karina Bartocci, titular de la Fiscalía de Violencia y Corrupción Institucional del Ministerio Público de la Acusación.

Cabe señalar que el pase a disponibilidad es una medida administrativa que el reglamento  autoriza a tomar al jefe departamental por el tiempo necesario mientras se lleva adelante la investigación y al solo fin de evitar que quienes pueden ser responsables de alguna falta administrativa o penal puedan entorpecer la investigación, máxime teniendo en cuenta que los mismos siendo oficiales poseen capacidad de mando sobre efectivos que en la investigación deberán brindar testimonio. Esto no significa declararlos culpables pero sí es una medida que transparenta la investigación que se lleva adelante.

El pase a disponibilidad ya fue notificado y elevado al jefe de la policía provincia, que tiene un plazo de diez días para ratificar lo actuado por la UR IV.

Por estos días gran parte del personal de la Jefatura local de policía está siendo investigado por la Justicia a raíz de un episodio en el que unos agentes habrían procedido de manera impropia. Se sospecha que cobraron dinero a cambio de liberar a unas personas detenidas.