El actual concejal por el oficialismo hizo saber que no competirá para revalidar su banca en el poder legislativo de la ciudad. En ese sentido, admitió que siente que se cumplió un ciclo y que ya no se siente tan a gusto en el recinto de debate. “Es todo muy efímero. Los estadistas piensas en las próximas generaciones y los políticos en las próximas elecciones. Esa es la gran diferencia. Los objetivos son a corto plazo”, declaró en su paso por Radio Casilda.

Pedro Sanitá arrancó la entreviste hablando de la decadencia de la política. Pese a estar “armando la valija” dijo que se siente parte de ese problema y recalcó: “Los resultados de la política de 1983 en adelante fueron malos. A la gente no le pudimos cambiar la vida. El ego y la ambición de dinero han contaminado todo”.

Por otra parte, aseguró que este último paso por el concejo fue una manera de acompañar a Andrés Golosetti, a quien considera una gran persona. A su modo de ver, el actual mandamás casildense hizo una de las obras más grandes para la ciudad, pero que no es visible. Refiriéndose al endeudamiento público que enfrentó en el comienzo de su gestión.

En ese punto de la nota, recordó que la pasada intendencia “no sabía manejar los fondos”. Le quitó responsabilidades a Sarasola por quienes lo acusan de “robar”, aunque sostuvo que el error fue no saber presupuestar. 

La oposición parece que se hace un lavado de cabeza. A veces escucho en el Concejo a gente que habla de seguridad y trabaja con Maximiliano Pullaro. Yo no tendría la cara para hacer juicio de eso. Hay límites”, prosiguió Sanitá.

Para cerrar, habló de sus últimos meses como edil. Prometió que tratará de sumar desde su lugar, pero ve más obstáculos que otras veces. “Realmente lo veo difícil porque noto mucha mala voluntad. Con la mayoría tengo poco diálogo y a esta altura de mi vida ya no quiero ficcionar. Me estoy dando el gusto de hacer lo que siento”, sintetizó.

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