No es algo para estar orgulloso, caso contrario es realmente una preocupación. La gente ya no solo arriesga su vida al ser víctima de un hecho delictivo sino que ahora también hartos de padecerlos, busca ajusticiar a quienes lo llevaron a cabo.

Hace apenas unos días un vecino de la ciudad sufrió la mala visita de un ladrón en horas de la madrugada, defendiéndose con una escopeta le produjo un fuerte impacto en la zona del tórax. En octubre ladrones se llevaron una moto de una vivienda de Casilda, su dueño montó una invetigación y la recuperó.

Es muy dificl manejar las reacciones de los ciudadanos, más cuando uno entiende que violan sin inconvenientes la propiedad privada. Es común escuchar por la calle cuando se comenta: "No se que haría si entrar a robarme y justo me encuentran". Esa incertidumbre muchas veces culmina con decisiones que pueden cambiar totalmente el rumbo de vida de una persona, incluso de una familia.

El pasado miércoles por la tarde, un kiokero de barrio Nueva Roma se enteró quien era el responsable del robo que sufrió en su comercio de calle Bogado al 2300. Tomó coraje y fue a buscarlo a donde le habían indicado. La cuadra se conmocionó y los protagonistas se trenzaron en un encuentro muy poco agradable.

¿Qué nos pasa?¿Por qué estamos como estamos? La sociedad padece cambios políticos y sociales que terminan siempre golpeando los bolsillos, la intranquilidad de no saber como vamos a estar, hace estragos y las personas terminan resolviendo las cosas como pueden.