La Protectora de Animales de Casilda había presentado un elaborado programa para transformar las castraciones caninas y felinas en política de estado. El pedido que ingresó mediante el cuerpo legislativo ya fue aprobado y es cuestión de días para que pase a manos del Poder Ejecutivo. 

La inquietud se les trasladó a los concejales mediante la utilización de la banca ciudadana. Hubo una exposición que planteó la necesidad de articular acciones que ayudarán a controlar el equilibrio poblacional de perros y gatos. Para eso, se apoyaron en proyectos similares que se están aplicando en municipios de la zona.

Pablo Zanetti, presidente del cuerpo de ediles locales, afirmó que si bien no se respetaron todos los puntos que se plantearon en el escrito original, "no hay cambios sustanciales". El mayor cambio está dado porque se pedía por un ente de control, pero se consideró que ya existe dentro del organigrama del Poder Ejecutivo. 

La nueva ordenanza asegurará continuas campañas de castración, mecanismo de control más efectivo y gratuito para evitar la sobrepoblación animal en las calles de la ciudad. Su aplicación deberá ser considerada dentro del propuesto anual 2020.