A pesar de que llegó el verano, los aumentos no se toman descanso y aunque haga calor, algunos piensen en las vacaciones y otros tengan los mejores deseos, lo real es que todo cuesta más dinero. Los datos son concretos y de a poco se van conociendo.

En torno al combustible, los precios varían constantemente. Las petroleras aguardan a que se estabilice el tipo de cambio para aplicar un nuevo ajuste. El último incremento fue el 2 de diciembre. En 2017 el litro de nafta súper fue superior al 32,6%. Si se aplica un aumento del 5% que se estima, la nafta súper de YPF (la marca de bandera nacional) subiría de 22,66 a 23,79 pesos.

Si se observan los servicios, el de la energía eléctrica genera preocupación. Antes de que haga calor, la luz ya comenzó a cortarse en la ciudad y un aumento sólo sumaría más fastidio y menos soluciones. La secretaria de Estado de la Energía de Santa Fe, Verónica Geese, anunció que “el pedido de aumento de la tarifa que daba al principio 15,8%, cuando se hizo el cálculo, va a impactar en un 12,9% aproximadamente en febrero para un usuario residencial”, lo cual constituirá “el único aumento pedido por la EPE para 2018". Es decir que en el segundo mes de 2018, la tarifa volverá a subir. Lo mismo sucederá con el gas, aunque en abril en donde el incremento sería del 40%.

En la cartera de Transporte, los boletos de los colectivos interurbanos ya experimentaron una suba del 12%. De $70, el boleto desde Casilda a Rosario pasó a valer $78 en las últimas semanas de 2017 aunque no se descartan más cambios para 2018, ya que obviamente la relación con el precio del combustible es directa.