En toda la provincia el panorama era negativo. El viernes, nos fuimos a dormir pensando en que durante la semana, no habría actividad municipal durante lunes y martes, ni tampoco jueves y viernes a causa de los feriados. Pero el sábado, las partes se dieron la mano.

Recapitulando, desde hace meses se discute la reapertura de paritarias para el sector. Si bien la solución de fondo no llegó, ante la amenaza de realizar una medida de fuerza de 48 horas, el gobierno provincial acordó con la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales, otorgar a los trabajadores un bono de $2800 sin distinción de categorías.

Tal suma se pagará en dos veces, una antes del 31 de corriente y la otra con la promesa de hacerse efectiva en los días previos al 20 de enero de 2017. 

En diálogo con Radio Casilda, el Intendente Juan José Sarasola había afirmado que el paro le parecía "desproporcionado y desmedido, y que la postura era incomprensible. Nos enoja, tragamos saliva y contamos hasta mil", fue una de las sentencias del titular casildense. 

Antes habló Walter Britos en la misma emisora. El Secretario de los municipales de la ciudad había marcado que "se le había dado tiempo a los intendentes y que ellos dilataron la situación. Patricia Ferrareto, subsecretaria legal y técnica, aclaró que las reuniones fueron álgidas. "Uno ha tratado siempre de establecer con prudencia, justicia y no avasallar derechos ni perder de vista el mandato que el vecino nos confirió. Esperábamos un gesto del gremio y seguiremos confiando en que van a valorar la postura desde este municipio, porque hemos hecho una considerable inversión para recomponer la relación con los trabajadores", marcó la doctora en un tono que dejó ver que habrá más capítulos en esta historia.

Por el momento, la situación se controló y no habrá medidas de fuerza pero el diálogo continúa abierto de cara a futuro.