La semana pasada nos comimos el amague. El invierno crudo nos había dado un respiro, que se terminó definitivamente el sábado. Ráfagas de viento norte soplaron sostenidamente todo el fin de semana largo y tiñeron de frío cada espacio libre.

Ni siquiera el sol que se asomó con toda su fuerza pudo detener la ola polar. A tal punto, que este martes, tras una madrugada de temperaturas bajo cero, todo amaneció blanco en el centro de la ciudad y mucho más en la zona rural.

¿Cómo sigue la semana? El cielo se presume algo nublado y los vientos serán moderados desde el sector norte. Recién el jueves el frío comenzará a disiparse aunque todavía, resta un mes para que llegue la bendita primavera.