El pleito de cuartos de final que protagonizaron Arteaga e Independiente de Chañar Ladeado, culminó de forma lamentable. Igualaban uno a uno, resultado que le daba el pasaporte a semis al local, y cuando el árbitro pitó el final se desató la furia. Interviene la doctora Laura Babaya, del Juzgado de Faltas de Casilda.

Para quienes presenciaron el espectáculo deportivo, las acciones habían transcurrido bajo los parámetros normales. El visitante se quedaba a fuera por no tener la ventaja deportiva, aunque evidentemente quedaba bronca entre rivales. Cuando el personal policial se acercó a rodear ala terna arbitral, en otro sector comenzaron a volar patadas y trompadas entre jugadores.

Se arrojaron dos disparos al aire para disuadir a los revoltosos, puesto que la hinchada local también estaba tomando temperatura. Posteriormente, se controló la situación y cada elencos se fue a su respectivo vestuario. De todas formas, no sería de sorprender que caigan sanciones sobre los involucrados. En el equipo visitante hay algunas caras conocidas como las de Alberto Marino y Sergio Navicelli.

La policía actuó de oficio, labrando un acta de procedimiento relatando lo sucedido. Fue llamado a declarar el árbitro principal, Luciano Contreras. Todo el material recabado fue remitido al despacho de la jueza Babaya.