En Los Molinos, hay una buena noticia para el sector productivo. En medio de tantas pálidas en torno a los pequeños y medianos emprendimientos, la región tiene un punto alto al costado de la Ruta 92. La fábrica de pastas Mulini sigue trabajando a buen ritmo y muestra dosis de crecimiento.

El proyecto inaugurado el año pasado, se viene trabajando desde 2013 y cuenta con diez empleados oriundos del pueblo, Arequito y Casilda, que cada día elaboran productos para los 130 puntos de ventas que existen a 200 kilómetros a la redonda de Los Molinos. Además de la decena de trabajadores, la Cooperativa del pueblo es una socia directa del proyecto que apunta a ofrecer tres tipos de pastas con especial cuidado del medioambiente. 

En el proyecto trabajaron 150 personas de la región, a los que se sumaron técnicos italianos de la universidad de Parma. Si bien la financiación privada estuvo a cargo de grupos nacionales y un grupo holandés, el capital es 100% de la cooperativa local.

Su edificio tiene una estructura sustentable, una planta de ósmosis inversa para el agua y un importante ahorro energético en cuanto a la luz que se utiliza. En 2018 está planteado realizar dos convenios con empresas nacionales y preparar el terreno para que en 2019, Mulini exporte sus pastas estudiando nichos de mercado en el extranjero.