Uno es el patrón del mediocampo de Rosario Central. El otro, el dueño del arco de Atlético Nacional de Medellín. En el saludo protocolar previo al juego se van a dar la mano, y acto seguido, un gran abrazo. Dami Musto y Chili Armani se conocen desde chicos y siguieron en contacto cuando crecieron. Esta noche, en el Gigante, protagonizarán un encuentro que llena de orgullo a los habitantes de Casilda.

Damián se crió en el barrio Granaderos a Caballo pero para jugar al fútbol, eligió el Barracas. Se calzó la camiseta de Alumni y no se la sacó nunca más; tanto que su cuenta de Twitter lleva el apodo del club:@damianalazan5. El Chili nació en la calle Remedios de Escalada, en el corazón de Nueva Roma, y a pocas cuadras de su casa empezó a atajarle penales a su hermano Beto, en la cancha de Aprendices. Luego, se mudó para ponerse el buzo del Alazán, volver a Aprendices, y regresar a Alumni cuando ya había cumplido 15 años.

Musto y Armani coincidieron en un mismo equipo a principios del 2000, ya en cancha de once. Integraron la sexta campeona del Club Atlético Alumni. De ese elenco también formaba parte Marcos Pirchio, actual goleador del Jorge Wilstermann de Bolivia. Desde el Altiplano le contó su alegría a Casilda Plus por el reencuentro de sus ex compañeros. “El Dami es un pibe sencillo, de barrio. Siempre fue muy cómico. Una persona muy buena, criado en una familia muy linda. De chico lo conocimos de enganche, no como ahora que le pega a todo el mundo. Hice una amistad muy grande. Sabe hacer de todo. De chico lo acompañé a ver como bailaba malambo para la Academia de su mamá en el Cine Libertador. Lo ayudé a vestirse y lo vi zapatear, como ahora, que le pega a todo el mundo, je. Es un personaje, imita a la gente, a Sandro lo saca igual. Es un hermano de la vida y me alegra mucho su presente, cerca de la familia. El Chili jugó conmigo de más grande. Un chico espectacular, súper trabajador y muy humilde. Un gran profesional. Hablé hace poco y me alegra que esté en un torneo internacional. Lo miro y lo sigo. Los dos se lo merecen. Que gane cualquiera, ya que dos amigos se enfrenten en esta instancia es buenísimo. Ojalá sigan triunfando porque se lo merecen”.

Pirchio debutó en primera rápidamente y tomó un micro rumbo a La Plata para comenzar a jugar en Estudiantes. En 2003, Musto y Armani también jugaron en la máxima división de la Casildense siendo adolescentes, habiendo mostrado sobradas credenciales de su promisorio futuro.

Damián luego se fue a Quilmes y Chili se reencontró con Marcos, que hacía sus goles en el Pincha.

El volante y el arquero, ya no volvieron a coincidir hasta esta noche, cuando en la cancha de Central se vean las caras antes de empezar a definir un semifinalista de la Copa Libertadores.