En esta semana, la Cámara de Diputados de la Nación volvió a la presencialidad plena y trató uno de los proyectos de ley más esperados por la ciudadanía. Finalmente, después de una sesión extensa y caliente, se aprobó la Ley de Etiquetado Frontal.

Para conocer su importancia y los cambios que su aplicación significará en la vida cotidiana de las personas, El Equipo de la Mañana de Radio Casilda se comunicó con Patricia Olguín que es puricultora y licenciada en Comunicación Social.

“Sería ideal que la industria se adapte a los cambios que pretende eta ley pero no es impedimento para que sigan produciendo de la misma forma, lo que cambia ahora es el etiquetado”, aclaró. “Lo que vamos a encontrarnos en el envoltorio es el octógono negro que va a ocupar una parte importante del frente para que lo veamos antes de agarrarlo de la góndola”.

Esta ley está presente en nuestra región hace varios años. Cuentan con esta reglamentación Chile, México, Perú, Uruguay y Colombia quien se sumó hace unos meses. Esto es importante porque “esta ley básicamente lo que hace es revalidar nuestros derechos como ciudadanos argentinos, el derecho primero a la información que es un derecho básico, el derecho a la salud y el derecho a la alimentación adecuada para todos pero sobre todo para los chicos y adolescentes”, sostuvo Olguín.

Este etiquetado “es para productos ultraprocesados, alimentos procesados y bebidas que también son ultraprocesados. Aquellos productos comestibles o bebibles que tienen este exceso de nutrientes críticos van a tener una leyenda que anuncie en cuáles de ellos está excedido: azúcares, sodio, calorías, grasas saturadas, grasas trans. También puede ser que contiene edulcorante o cafeína y no se recomienda su consumo en niños”, explicó.

“Esto lo que hace básicamente es poner al usuario en uso de sus derechos”, sentenció. “Nosotros como consumidores vamos a tener la información clara para elegir. Si bien el espíritu de la ley es desalentar el consumo porque entiende que son malos para la salud, no los prohíbe”.

En este sentido, la profesional aclaró que la ley sí regula la circulación de estos productos  en las instituciones escolares y comentó estadísticas más que preocupantes. “Durante la pre pandemia el porcentaje de sobrepeso u obesidad en niños era del 40% , ahora eso se duplicó. Y de esos niños que tienen sobrepeso u obesidad, 6 de cada 10 son pobres”, agregó.

“El problema no son las golosinas o la comida chatarra que ya sabemos que son malas. El problema son los snack disfrazados de saludables. Un yogur con cereales no tiene nada natural, tienen grandes cantidades de azucares.”, expresó.

Otro de los puntos destacados de la ley es la regulación de las publicidades. “Este es un punto muy importante, las infancias están expuestas semanalmente a unas 70 publicidades de comida chatarra, de alimentos de bajo nivel nutritivo y 1 de cada 2 niños consume esos productos por haberlos visto publicitados en redes sociales o televisión”, advirtió. “Otra regulación de la publicidad es que van a impedir que puedan ofrecer premios o juguetes para alentar el consumo o que celebridades o deportistas puedan ser figuras de esas marcas”.

La ley establece unos 90 días posteriores a que se promulgue para que se implemente y allí “tendrían 180 días para comenzar a adaptarse a estas nueva s regulaciones y el plazo máximo para que ya esté funcionando todo es de dos años”, comentó.

Al ser consultada sobre el posible impacto negativo que esta ley puede provocar en las empresas, manifestó que “a las empresas las obliga a reformular sus preparaciones, esto en corto plazo de la implementación puede que las ventas se vean afectadas, pero no creo que mucho más del corto plazo porque el sello se va a empezar a invisibilizar al ojo del consumidor”.

“En los países donde se implementó no ha habido cierres ni caídas abismales por eso, sí una migración hacia el consumo de alimentos o productos más saludables”, cerró.

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