Por primera vez, los mayores líderes religiosos se han reunido para advertir sobre la urgencia de la sostenibilidad medioambiental, su impacto en la pobreza y la importancia de la cooperación global. Así, el Papa Francisco, el Patriarca Ecuménico y arzobispo de Constantinopla Bartolomé I y el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby emitieron conjuntamente un comunicado sobre esta problemática.

"Durante más de un año, todos hemos experimentado los efectos devastadores de una pandemia mundial: todos nosotros, pobres o ricos, débiles o fuertes. Algunos estaban más protegidos o eran más vulnerables que otros, pero la rápida propagación de la infección ha hecho que dependamos unos de otros en nuestros esfuerzos por mantenernos a salvo", comenzaron diciendo en la carta pública.

Seguidamente, afirmaron que "nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo" y reflexionaron sobre que "nuestras acciones realmente afectan a los demás, lo que hacemos hoy afecta a lo que ocurrirá mañana."

Luego, el texto fue dividido en tres ejes fundamentales para los referentes religiosos: La importancia de la sostenibilidad, el impacto en las personas que viven en la pobreza y el imperativo de la cooperación.

La importancia de la sostenibilidad
"Hemos maximizado nuestro propio interés a costa de las generaciones futuras", sostuvieron. "La tecnología ha desplegado nuevas posibilidades de progreso, pero también de acumulación de riqueza desenfrenada, y muchos de nosotros nos comportamos de una manera que demuestra poca preocupación por otras personas o por los límites del planeta."

Por esto, Francisco, Bartolomé I y Justin Welby aseguraron que "debemos perseguir la generosidad y la equidad en la forma en que vivimos, trabajamos y utilizamos el dinero, en lugar de la ganancia egoísta".

El impacto en las personas que viven en la pobreza
Luego de referirse a la crisis climática debido a las acciones de explotación desmedidas del hombre y a los efectos negativos que esta tiene para con el planeta, aclararon que también atravesamos "una profunda injusticia: las personas que soportan las consecuencias más catastróficas de estos abusos son las más pobres del planeta y las que menos responsabilidad han tenido en causarlos".

Ante esto, aseguraron que "debemos elegir comer, viajar, gastar, invertir y vivir de forma diferente, pensando no sólo en el interés y las ganancias inmediatas, sino también en los beneficios futuros."

El imperativo de la cooperación
"Debemos reconocer que la forma en que utilizamos el dinero y organizamos nuestras sociedades no ha beneficiado a todos", reflexionaron.  "Juntos podemos caminar hacia una sociedad más justa y plena con los más vulnerables en el centro. Pero esto implica hacer cambios. Cada uno de nosotros, individualmente, debe responsabilizarse de la forma en que utilizamos nuestros recursos".

Además, agregaron que "a quienes tienen responsabilidades de mayor alcance -dirigiendo administraciones, llevando empresas, empleando personas o invirtiendo fondos- les decimos: elegid beneficios centrados en las personas; haced sacrificios a corto plazo para salvaguardar todos nuestros futuros; convertíos en líderes de la transición hacia economías justas y sostenibles."

En este inédito comunicado, finalizaron asegurando: "El futuro de nuestros hijos y el de nuestra casa común dependen de ello."