José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, actualmente perteneciente a la provincia de Corrientes; allí su padre, Don Juan de San Martín, contaba con altos cargos. Posteriormente, en 1781 su familia se radicó en Buenos Aires, y más tarde en 1783 emprendieron viaje hacia España, lugar de nacimiento de sus padres.  

En el año 1789, luego de culminar sus estudios elementales en Málaga, se unió al ejército español; en el cual sirvió en diversas batallas: en África contra los Moros, y en Europa contra Francia, Inglaterra y Portugal.

Tras varias actuaciones heroicas fue ascendido a teniente coronel, y siendo oficial de caballería se vinculó con otros jóvenes americanos que ideaban planes de independencia para sus tierras nativas. Fue así que en 1811, obtuvo el retiro del ejército real y un año más tarde, a los 34 años de edad emigró hacia Buenos Aires.

El retorno a América: El comienzo de la libertad.

Ese mismo año, San Martín le propone al Primer Triunvirato crear un cuerpo de caballería comandado por él mismo, el cual llamaría Regimiento de Granaderos a Caballo, con el objetivo de custodiar las costas del Río Paraná. De este modo instruyó a sus tropas con técnicas de combates que había experimentado en las batallas libradas durante su estadía en Europa. Además perteneció a la Logia Lautaro, creada por Carlos María de Alvear, que pretendía coordinar acciones para el establecimiento de la independencia de las colonias españolas en América.

Tras la victoria del Ejército del Norte, comandado por Manuel Belgrano, en la Batalla de Tucumán, la Logia Lautaro organizó una revolución en contra del Primer Triunvirato en Buenos Aires debido a que estos no contaban con intenciones de independizarse.

A su vez, en ese entonces contrajo matrimonio con María de los Remedios de Escalada, con quien posteriormente tendría a su única hija Mercedes Tomasa San Martín y Escalada.

Por otra parte en 1813, inmediatamente a su ascenso como coronel, libró su primera batalla en estas tierras en el combate de San Lorenzo, a orillas del Río Paraná. En esa misma lucha, San Martín cae de su caballo, y el soldado Juan Bautista Cabral lo salva anteponiendo su cuerpo al del coronel ante las bayonetas realistas, falleciendo al instante; es así como el general, decidió ascenderlo post mortem a sargento.

Mientras tanto, el Ejército del Norte sufría un gran revés en el Alto Perú, siendo estos derrotados y retirados hacia Salta. Esto demandó la necesidad de refuerzos, a lo que el gobierno de Buenos Aires decidió enviar al coronel San Martín y sus tropas a socorrer al ejército comandado por Belgrano. De esta forma, en 1814, es ascendido por el Segundo Triunvirato a comandante del Ejército del Norte; en este entonces dispusieron un retroceso hacia San Miguel de Tucumán para reorganizar las tropas y fortificar la zona; de igual manera fue nombrado como intendente gobernador de la Provincia de Cuyo.

El plan de la liberación del continente: La otra alternativa.

A cuasa de que José de San Martín llegó a la conclusión de que atacar las fuerzas del virrey del Perú por el norte era algo inviable, obtuvo la idea de abrir un segundo frente por el Océano Pacífico. En ese momento, el régimen independista de Chile sucumbió a manos de las fuerzas represoras colonialistas, por lo tanto el libertador optó por formar un ejército para atravesar la cordillera de los Andes y de esta suerte liberar a Chile y por consiguiente Perú.

De a poco fue ideándose un plan para la campaña del Perú; mientras tanto el 9 de julio de 1816 se declara la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Éste llegó a reunir un ejército conformado por miembros del Ejército del Norte, Regimiento de Granaderos a Caballos, y todo tipo de voluntarios, incluyendo refugiados chilenos. A finales de este mismo año se estableció junto con sus fuerzas armadas en la provincia de Mendoza con el fin de reunir provisiones y ultimar la logística de la misión.  

Junto con la ayuda del jefe chileno O´Higgins, iniciaron a principios de 1817, el cruce a la cordillera de los Andes. El ejército de los Andes estaba dividido en varios batallones; por un lado iniciaron una maniobra de distracción, enviando a una facción hacia el sur chileno con el fin de dividir las fuerzas realistas; además la vanguardia y retaguardia de éste llevaba una diferencia significativa de tiempo entre sí, siendo la compañía de San Martín la última en salir, debido a que debía aplicar el orden de la salida del ejército.  

En febrero de este año lograron la victoria por sobre los realistas en la batalla de Chacabuco. A pesar de sufrir dos derrotas posteriores, en 1818 los independistas consiguieron rehacerse  y luchar nuevamente en la batalla de Maipú, donde los patriotas salieron triunfadores y a fin de cuentas expulsaron a los enemigos de Chile.

La liberación completa: El camino final.

Luego de la independencia de Chile, José de San Martín estaba completamente convencido de ejecutar la emancipación del Perú. En ese entonces, solicitó la ayuda económica y militar al gobierno de Buenos Aires; pero la guerra civil que se libró en 1820,en la Batalla de Cepeda entre Unitarios y Federales obligó a que no se le concediera lo que anhelaba.

Finalmente consiguió que el gobierno de Chile financiara esta expedición disponiendo su fuerza al mando del libertador; y junto al Ejército de los Andes embarcaron un ataque hacia las costas del Perú.  Luego de numerosos fracasos en las negociaciones, el Virrey decide retirarse de Lima debido a la deserción de una gran cantidad de hombres, que se traspasaron al bando de los libertadores. Es por esto que, el 28 de julio de 1821 proclama la independencia, siendo nombrado “Protector del Perú” con autoridad civil y militar sobre éste. Subsiguientemente continuó con las acciones militares contra los realistas y forjó la creación de un ejército peruano.

En el año 1822 se reunió  en la “Entrevista de Guayaquil”, con Simón Bolívar, quien había sido el liberador de los países del norte de América del Sur. Allí debatieron sobre la liberación completa del continente, y definitivamente le cedió la iniciativa y la conclusión de la campaña libertadora,  brindándole además el título de “Protector del Perú”.

Desde la polémica de su retorno a Buenos Aires hasta la huida y el fallecimiento en Europa.

Mientras emprende su retorno hacia Buenos Aires en 1823, es comunicado sobre el  fallecimiento de su esposa. El clima de su arribo es sumamente hostil ya que había negado en su momento formar parte de los unitarios en la batalla contra los federales. De esta manera, resolvió trasladarse a Europa junto a su hija a inicios de 1824.

En 1828 intenta retomar su vuelta una vez más a Buenos Aires para atender algunos asuntos, pero tras su paso por Río de Janeiro fue informado acerca de las acciones revolucionarias que se tomaban en su país. Es por esta razón que decide mantener su estadía en Montevideo y allí se le ofrece  el cargo de Gobernador de Argentina, donde San Martín rechaza la oferta con la justificación de que nunca podría alzar su espada por sobre un “paisano”. Como consecuencia, regresa nuevamente al Viejo Continente, y después de su paso por Bruselas, se instala junto a su hija en Francia, quien en 1832 contrae matrimonio con Mariano Balcarce.

Por último, tras el estallido de la revolución en París, escapa hacia un pequeño pueblo francés llamado Boulogne-Sur-Mer en 1848; y en el año 1850, a los 72 años de edad fallece en el exilio el gran general libertador, siendo sus restos enviados hacia Argentina en el año 1880.

El denominado Padre de la Patria, llegó a ser un héroe internacional, que sólo contaba con una ambición: Liberar América del Imperio Español. Sus esfuerzos incesantes hicieron que logre su cometido, llevándolo a la inmortalidad en todo el continente. Es por esto que todos los 17 de agosto, se celebra en Argentina el Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín.