La Luna de Sangre fue el gran tema del que hablaron propios y extraños entre las últimas horas del domingo y la madrugada del lunes. El evento astronómico tuvo tal repercusión que no fueron pocos los que sacrificaron algunas horas de sueños y observaron el eclipse desde sus hogares, en sitios especiales o simplemente por televisión. En Casilda, hubo convocatoria en la Plaza de los Mástiles.

Cocade se instaló desde temprano con cuatro telescopios y un binocular en la cuadra ubicada frente al Palacio Municipal. Desde que comenzó a cubrirse el satélite hasta que se "destapó" pasaron más de 150 personas para mirar a través de las lentes que apuntaban al cielo. 

El cono de sombra, provocado porque la Luna quedó justo detrás de la Tierra, comenzó a verse con claridad cerca de la medianoche. Pero no fue hasta las 1.42 de lunes que el fenómeno quedó de manifiesto de manera clara.  

La tonalidad rojiza que adquirió el astro se debe a que la atmósfera terrestre filtró la luz del sol -blanca por naturaleza- y sólo dejó pasar componentes que oscilan entre el amarillo y el roja. Un fenómeno de similares característica no se repetirá hasta abril del 2021, cuando vuelvan a confluir en las mismas posiciones la Luna, la Tierra y el sol.