La noche del 3 de abril resultó caliente en la Villa Deportiva de Atlético Pujato. Luego de un enorme partido que culminó 2 a 2 entre el local y 9 de Julio, se armó una gresca que comenzó en el terreno de juego y se trasladó ala zona de vestuarios. Como resultado, el Pulgón perdió a su por entonces guardameta titular por una suspensión provisoria. Más de un mes después, se conoció el fallo del Tribunal.

Juan Cruz Leguizamón, quien venía recientemente de purgar una sanción de cuatro fechas, volvió a perder los estribos con el Pincharrata enfrente. Al arquero no le gustó nada la actuación del árbitro Brian Ferreyra y lo hizo saber con acciones que le valieron una dura sanción. Esa misma velada, se trenzó en una fuerte discusión con el presidente del Colegio de Árbitro de Casilda, Julio Navicelli. Y luego continuó su corolario con peleas con jugadores y directivos locales.

Luego de varias semanas se análisis de un largo expediente, el Tribunal de Penas decidió darle seis meses sin fútbol. Si bien el ex Central Córdoba ya no forma parte del plantel de Santiago Pagella, tampoco podrá actuar en ligas vecinas o torneos organizados por el Consejo Federal. Ya que, por ejemplo, figuraba en los planes de Sportivo Las Parejas. Su parate terminará recién la primera semana de octubre.

El revés de Leguizamón se puede emparentar a otros casos similares. En 9 de Julio ya saben de algo similar, porque en la temporada 2012, dos hombres de Reserva fueron sancionados con dos años sin pisar una cancha por agredir al juez Maximiliano Barco durante un clásico. Los culpables fueron Bruno Manino y Franco Rosatto. 

Otro que se quedó 24 meses sin fútbol fue el actual portero de Alumni, Mauricio Guzmán. Cuando defendía el arco de Aprendices agredió a un jugador de Huracán de Chabás en el piso y recién retornó a jugar en la temporada 2011. 

Pero el caso más resonante, al menos del último tiempo, es del pujatenses Horacio Faggiani. Quien defendiendo los colores de Matienzo, le aplicó un golpe de puño al juez Carlos Leva, provocándole serios inconvenientes en la mandíbula. El jugador fue sancionado con cinco años y el árbitro oriundo de Villada le inició acciones legales.