En la columna de esta semana, la Licenciada en Nutrición hace un pequeño paréntesis del mundo de la educación alimentaria para traer información sobre un malestar que lamentablemente sigue arraigado en buena parte del territorio santafesino. ¿Qué medidas preventivas se deben considerar para estar lejos de la zona de riesgo del Hantavirus?

Primero debe saberse que es una enfermedad viral aguda grave y su principal vector son los ratones silvestres -principalmente los colilargos-. Lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.

La enfermedad se contrae por varias vías. Inhalación en ambientes contaminados y, sobre todo, cerrados, por contacto directo con los roedores, por mordedura, y hasta de persona a persona. Los síntomas suele comenzar similar a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que de agravarse produce lo que se conoce como 'Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus”.

Las personas que presenten síntomas de la enfermedad deben concurrir rápidamente a un establecimiento de salud para la consulta y evitar el contacto estrecho con otros humanos. Vale tener en cuenta que el ratón tiene hábitos principalmente nocturnos, hace sus nidos en los arbustos existentes, utilizando en algunos casos nidos de aves abandonados.

El problema mayor es cuando los roedores se cuelan a los hogares. En esos casos, hay diversas formas de actuar. Prestá atención y no te salgas del libreto.

  • Si se encuentra un roedor vivo, usar veneno o tramperas para capturarlo -no intentar tocarlo o golpearlo-
  • Si se encuentra un roedor muerto, rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego, recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.