Varios son los puntos de la ciudad que cuentan con lomos de burro, los cuales tienen como objetivo ordenar el tránsito y evitar que los vehículos se desplacen a alta velocidad en la zona urbana. Sin embargo, muchas de estas bandas de cemento están reducidas a polvo y en su lugar se generaron desniveles. Taxistas y motociclistas lo sufren a diario.

Los tacheros aseguran que los lomos tienen que ser atravesados a paso de hombre para evitar romper los amortiguadores y el tren delantero de los rodados. Y como buenos conocedores de cada rincón de Casilda, detallaron que la situación se replica en prácticamente todos los barrios. 

Haciendo un rápido relevamiento de los principales sitios de conflicto, se pueden enumerar las siguientes ubicaciones: calle España entre San Luis y Rioja, Lavalle al 1100, Lisandro de la Torre al 1700, Villada frente al Club Aprendices y Buenos Aires al 4300, casi intersección con Arenales. Justamente, en esa última esquina, estuvo trabajando una cuadrilla de bacheo esta misma mañana.

La falta de mantenimiento no se refleja únicamente en las roturas, puesto que también las estructuras -en su mayoría- no están bien señalizadas y requiere de pintura. No son demasiado visibles en horario nocturno.