En la mañana del domingo, la Empresa Provincial de la Energía programó un corte del suministro por arreglos generales destinados a toda la ciudad. Por tal motivo, en todos los barrios se interrumpió la dotación de luz. Ese no fue impedimento para que cinco jóvenes del monoblock siete del FONAVI escuchen música a un volumen descomunal, lo cual generó la ira de todos los vecinos.

No es una situación nueva, sólo una muestra más que ni siquiera un corte de luz los frena. Ante la enésima denuncia en el par de horas que se extendió el conflicto comenzado alrededor de las 6 AM, móviles de la GUM y la policía se hicieron presentes en el lugar.

La presencia de la Guardia Urbana, calmó las aguas sólo por un instante porque cuando dejaron el barrio, el patio interno volvió a convertirse en un boliche. Además se multiplicaron los insultos a los vecinos que denunciaron los hechos.

El llamado posterior fue al 911. Los efectivos policiales rodearon el lugar, los jóvenes se escondieron y cuando vieron que los móviles desaparecieron, nuevamente la música se adueñó del FONAVI y despertó a todos los que querían descansar en la mañana del domingo. 

Si ni la GUM ni la policía pudieron hacer que mermen los ruidos molestos un domingo a las 7 de la mañana, ¿quien podrá detener a estos jóvenes que parecen haberse adueñado del barrio?