El femicidio y la desaparición de Paula Perassi es uno de los casos más dolorosos y emblemáticos de nuestra región en cuanto a la problemática de la violencia de género. Han pasado casi 10 años y todavía su familia espera no solo una condena para los responsables sino saber de una vez por todas dónde está Paula. 

El 18 de septiembre de 2011 Paula tenía 34 años, dos hijos de 3 y 6 años y un embarazo de seis semanas. Vivía en pleno centro de la ciudad santafesina de San Lorenzo y mantenía una relación con un empresario casado llamado Gabriel Strumia. 

Strumia, al enterarse del embarazo de su amante la instó a abortar pero ella se negó y manifestó querer tener ese hijo producto de la relación de ambos. 

Según las investigaciones, el 18 de septiembre de 2011 Strumia citó a Paula Perassi a un encuentro y con ayuda de su esposa Roxana Michl la llevaron engañada a un lugar clandestino para practicarle un aborto en contra de su voluntad. Allí algo salió mal y nadie nunca más supo de Paula. 

La causa estuvo repleta de contratiempos y es también emblemática en cuanto a la falta de perspectiva de género a la hora de analizar los hechos y de buscar respuestas. Paula, desaparecida e incluso asumida como asesinada fue víctima también de juicios morales y se habló más de ella como madre, como mujer y como amante que de Strumia y de toda la organización criminal que permitió su femicidio.

El juicio llegó recién en 2019 y Gabriel Strumia, Roxana Michl, Mirta Rusñisky y Antonio Díaz fueron procesados por el delito de aborto sin consentimiento seguido de muerte y privación ilegítima de la libertad agravada. Al final de ese juicio todos fueron absueltos. 

Luego de una esperable apelación, en noviembre de 2019 se revocó esa sentencia y a pesar de que Rusñisky y Díaz continuaron absueltos, Strumia y Michl fueron condenados a 17 y 7 años respectivamente, aunque solo por el delito de privación ilegítima de la libertad coactiva por tratarse de una mujer embarazada. 

Ante la primera apelación por parte de la defensa se logró una reducción de 6 meses en la condena de Roxana Michl. En este último tiempo, en la espera de que la sentencia quede firme, apelaron también para cuestionar la prisión preventiva. 

Este nuevo pedido generó gran revuelo, indignación y dolor en la familia de Paula Perassi. Sus padres, Alicia Ostri y en especial Alberto Perassi son un símbolo de la lucha contra la violencia de género, los femicidios y el pedido constante de justicia en toda nuestra región. Alberto incluso ha tenido que asistir a audiencias portando un chaleco antibalas debido a las amenazas constantes que ha recibido. 

Finalmente, el lunes 17 de mayo esa apelación fue desestimada y Gabriel Strumia y Roxana Michl continuarán tras las rejas esperando que la sentencia quede firme. 

Pasaron muchas cosas en esta historia: injusticias, dolores, batallas ganadas y perdidas. Y también pasó la vida. Los hijos de Paula crecieron ante los ojos de sus abuelos que continúan transitando con la foto colgada en el pecho, pidiendo que, de una vez por todas, les digan dónde está su hija. 

Confirmaron la preventiva de los asesinos de Paula Perassi