La semana pasada fueron dos las mujeres que narraron historias horrorosas sobre una persona que las persiguió y manoseó en la vía pública. Ahora se sumó el testimonio de una taxista de la ciudad, quien este mediodía vivió un momento olvidable en la zona del Cementerio 'San Salvador' producto de un degenerado que le mostró sus genitales y luego le arrojó piedras a su automóvil.

La mujer narró a través de redes sociales el padecimiento al que se vio expuesta cuando tuvo que dirigirse a la zona del cementerio con un pasajero al cual estaba esperando fuera del recinto. "Se me acercó un joven de unos 25 años, de gorra azul, con una carita en amarillo redonda, remera azul, jeans azul y mochila. Me preguntó la hora y se la dije. Luego se dirigió a la entrada del cementerio. Me provocó algo de inseguridad, por lo cual subí los vidrios y trabé las puertas", contó la víctimas.

Unos minutos más tardes, según el mismo testimonio, la taxista se acercó hasta la puerta de ingreso para verificar si su pasajero ya estaba regresando. Pero en su lugar se encontró con el joven antes descripto, con sus pantalones bajos y mirándola fijamente.

Pero la historia de terror no culminó. Cuando parecía que se había ido, volvió a cruzárselo en un baño y tuvo que zafarse de un forcejeo. "Me escapo corriendo, subo a mi auto y me voy hasta la esquina, donde venden materiales, para llamar al 911. Entre tantos nervios e impotencia, pedí que mandaran urgente un móvil", amplió.

"Se me hicieron eternos esos minutos y la policía no venia y yo cada vez más angustiada", prosiguió en su relato. Lo cierto es que la taxista tuvo que volver a la puerta del cementerio a buscar al pasajero que la aguardaba y volvió a toparse con el acosador, quien estaba en un bicicleta negra. No contento con todo el calvario que le hizo vivir a la mujer, le arrojó piedras al auto cuando transitaba por la zona de Tomat y Lisandro de la Torre. Obligando a tener que girar de camino a la Ruta 33.

Hubo un segundo llamado a la Policía, ahora por el acto vandálico. Aunque el malviviente logró escaparse. Fue tal la impotencia de la víctima que ni siquiera aceptó la posibilidad de hacer la denuncia ante las consulta de los oficiales.

Si bien no hay ninguna evidencia de que los actos de esta mañana y la semana pasada estén ligados, suena extraño que el acosador utilizara un similar modus operandi.