La tarde del sábado se convirtió en un auténtico cuento de terror para un hombre de 67 años que había ido a fumigar a su campo, situado entre las localidades de Arteaga y Cruz Alta. Dos sujetos encapuchados lo apuntaron con un arma, le dieron un culatazo y se llevaron su camioneta. Antes de huir, lo dejaron a la intemperie en una tapera.

Celeste, hija de la víctima, prestó su testimonio para Radio Casilda y narró el horror que le tocó vivir a su padre. El hombre estaba solo en el campo y nunca vio venir a los ladrones. "De repente vio dos personas que se acercaron caminando y tenían un arma. Lo amenazaron, le dieron un culatazo y siguieron golpeando en el suelo", relató. 

Inmediatamente le ataron las manos con un precitos y le cubrieron la cabeza con su propio suéter para que no pudiera ver nada. Luego de quitarle las pocas pertenencias que tenía encima, lo subieron a su camioneta y emprendieron viaje por Ruta 92 hasta el cruce con la 15.  "Entraron a un camino sin salida, lo dejaron en una tapera y huyeron", siguió Celeste. Aunque no contentos con todo el daño que ya le habían infringido, los maleantes también le precintaron los pies.

El hecho ocurrió cerca del mediodía y el hombre tuvo que lucha como pudo para arrastrarse y encontrar la tranquera del lugar donde lo dejaron abandonado. Finalmente salió a un camino rural donde fue encontraron cinco horas más tarde por una mujer que pasaba por allí y dio alerta a la policía.

Por lo manifestado por su hija, el hombre estuvo internado por algunas horas porque tenía la presión alta y dolores corporales intensos, aunque sin heridas de gravedad.

Por ahora no hay pistas de los ladrones, que se llevaron un Ford Ranger, doble cabina de color gris plata. Cuyo dominio es AD 700 CP.

CELESTE VIDORET