Banderines celestes, aplausos y selfies en los durmientes. Los vecinos de Cañada de Gómez, de Correa, Carcarañá, San Jerónimo, Roldán, Funes y Rosario vivieron el regreso del tren como una verdadera fiesta. El tren Rosario-Cañada de Gómez, el “de mayor circulación con 16 viajes de ida y otros 16 de vuelta por día en los años ’70”, que conectaba estudiantes, trabajadores, ciudadanos que venían a Rosario por un trámite o al médico, resultó desmantelado por la última dictadura el 24 de abril de 1977, tal como recordó con emoción Carlos Fernández Priotti, de Amigos del Riel, consultado por Rosarioplus.com.

Este miércoles, 45 años después, la campana de la estación de Cañada sonó de nuevo a las 10 y 10, estremeciendo a los viajeros, entre ellos funcionarios y periodistas, bajo un cielo despejado y un sol de otoño pleno que respira democracia.

Se hacía el mediodía y con un carnet naranja plastificado y amarillento, “Coki” Di Giuseppe contó, en Funes, sobre el abono mensual que tenía a sus 11 años, hace hoy 50. “Me lo hicieron en el ‘73 para que busque los cueros en otro pueblo para mi abuelo que era zapatero. Éramos muchos chicos haciendo mandados, y el tren nos gustaba, era una reunión social. Hoy la emoción es innegable, porque muchos vecinos de Funes ya no están. El abono lo guardé de cábala esperando que alguna vez regresara el tren, y lo hizo. Ya cumplió su función”, aseguró conforme.

La Marcha Blanca del tren Cañada-Rosario fue un festejo en cada estación

A la espera de la llegada desde Cañada se sumaron familias enteras, jóvenes curiosos que se sentaron a la espera frente a la estación, y unos treinta pequeños del jardín de infantes municipal, que aplaudieron con banderitas cuando vieron llegar el gran convoy por vez primera. La coordinadora de Educación funense Graciela Di Brino aseguró que “en los tiempos que no haya arribos de trenes se va a incorporar a las actividades pedagógicas para los chicos”.

También fueron muchas las personas grandes que se acercaron con nostalgia porque sí vivieron los tiempos de bonanza de este medio de transporte noble y ecológico. Tal fue el caso de Edelmiro Cattaneo, quien fue jefe de la estación Antártida Argentina de Fisherton y se jubiló en 1979. “Vine a recordar mis años de joven. Este mismo tren vimos pasar todos los días, todos viajaban en tren, y yo tenía que cuidar todo”, rememoró con alegría.

Eran las 12.30 y el arribo a la estación funense fue una fiesta popular con música incluida, porque esta conexión será con boleto de ida o vuelta de considerable accesibilidad: a un valor de $120, y se podrá adquirir en la Estación Rosario Norte, en la web de Trenes Argentinos o en la aplicación de celulares de dicha empresa estatal. Ya se está trabajando además para incorporar este servicio a la tarjeta nacional SUBE, que sería otra buena facilidad a sus viajeros.

Los funcionarios eran muchos y subieron en un vagón en el medio mientras la prensa iba en el de delante. Entre salidas de vivos televisivos y radiales, se observó la comodidad de los asientos pero sobre todo el encanto de ver el paisaje moverse a los 30 kilómetros por hora del tren mientras pasaron estaciones, campos, cementerios y los barrios del oeste con sus casas de material y chapa. La llegada fue la esperada. Eran las 13 en la Rosario Norte, y la comitiva brindó entrevistas por doquier, los Amigos del Riel fueron los grandes homenajeados, y los empleados de Trenes Argentinos hacían sonar bombos en el fondo.

Este servicio que comenzará a funcionar en la semana del 20 de junio, según estimó el presidente de Trenes Argentinos Martín Marinucci, trasladará en cada servicio a 216 personas y un 20 por ciento más de personas que podrán ir paradas también.

El secretario de Transporte de la Nación Diego Giuliano destacó que así “se recupera esa metropolitaneidad que tenía la región", y aseguró que "el tren saldrá 5.40 desde Cañada de Gómez para llegar a Rosario a las 8, y el vespertino saldrá a las 18.30 desde Rosario para llegar a las 21 a Cañada de Gómez”, y habrá sendos viajes con destino contrario.

Finalmente el presidente de Trenes Argentinos Marinucci destacó: “Como argentinos, con políticas de Estado debemos remar hacia el mismo lugar todos los colores políticos para recuperar (para que nunca más vuelvan a desaparecer) los 47 mil kilómetros de vías operativas que supo tener, y que hoy son alrededor de 4.500. Vamos a seguir trabajando con obras en las estaciones, sumando trazas y un centro de control de trenes en el Gran Rosario para garantizar la seguridad operacional”.

La Marcha Blanca del tren Cañada-Rosario fue un festejo en cada estación