Tres años y ocho meses pasaron desde aquel 24 de febrero del 2017 tan doloroso para la región. la impunidad con la cual se manejaba la empresa de transporte más grande la zona se llevó muchas vidas inocentes. Esta semana, una de las víctimas sobrevivientes encontró al menos una respuesta satisfactoria a tanto reclamo.

El juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, Pedro Boasso, le dio lugar a una medida cautelar que había interpuesto la Provincia para asegurar y cubrir los gastos sanitarios en lo que incurre la familia de la joven María Belén Genga. Quien desde el siniestro quedó con secuelas irreparables y nunca pudo recuperar su vida habitual.

La víctima, de 43 años, es oriunda de San José de la Esquina. Y si bien puede cursar una internación domiciliaria, requiere de atenciones diarias y mensuales que van desde kinesiología, nutrición, acompañamiento terapéutico y enfermería.

El fallo de Boasso obliga a que la responsabilidad de los gastos médicos -estimados es más de 122 mil pesos mensuales- pasará ahora a cargo de Escudos Seguros SA, firma contratada por la empresa que manejaban los hermanos De Rudder.

De esta manera, la familia de Genga encuentra algo de alivio aunque lejos está de llamarse justicia. La causa en la cual fallecieron 13 personas y otras tantas resultado con heridas de gravedad, sigue sin un rumbo fijo y sin los responsables pagando por su negligencia.