Una situación cuanto menos llamativas se están dando a pocos kilómetros de Casilda. La localidad de Melincué, que hace menos de una década se vio envuelta de uno de los desastres naturales más preocupantes, arrasada por una inundación, ahora vive otra realidad.

Cientos de turistas están viajando cada fin de semana para ver otro fenómeno que se da en la famosa Laguna de Melincué. La "olla" que caracteriza a esa zona del departamento General López, está inmersa en la peor sequía desde los años '70. A tal punto, que se reduce el porcentual de agua que se podía ver.

En su momento de esplendor, poseía una superficie total de 16 mil hectáreas, producto de la falta de precipitaciones en la región, retrocedió y gran parte quedó al descubierto. Según de estiman, faltan más de 6 mil hectárea que antes estaban tapadas por líquido.

De tal manera, que el sedimento que antes se mezclaba con el agua, ahora quedó adherido al piso. Dando la sensación de estar parado frente a un "mini salar". Los lugareños recuerdan que muchos turistas que se bañaban en esas aguas, salían con una colocación blanca en su cuerpo. Lo que explica la formación de este fenómeno.

Quienes entienden de la cuestión y han estudiado la temática, aseguran que se trata de las denominadas sales de Epsom, ricas en sodio y magnesio. Hay que mitos que les achacan propiedades curativas. Aunque eso es sólo parte de una creencia popular.