El domingo por la tarde estuvo agitado en Arequito. Al kiosco de la ruta 92 ingresó un delincuente con el rostro cubierto y dijo portar un arma de fuego. Ante la amenaza, el dueño no tuvo más que entregarle la recaudación de la caja registradora. Si bien la policía descartó que el hombre haya exhibido un revolver, algunos lugareños señalaron que un hombre había llegado al lugar en bicicleta y apuntó al kiosquero.

De la declaración que rápidamente le tomaron al comerciante, sólo obtuvieron la confirmación de la amenaza pero los mismos agentes aclararon que la víctima nunca fue apuntado.   

Al propietario se le sustrajo una importante suma de dinero, de la cual no trascendieron las cifras exactas. Maximiliano Roldán, flamante titular de la comisaría de Arequito, declaró que más allá de este hecho puntual "el trabajo que se hace es de reorganizar los servicios internos de guardia y el patrullaje. Se trata de intensificar en aperturas y cierres de comercios y bancos. Estamos contando con la colaboración de la gente que llama a la comisaría si ve situaciones extrañas", manifestó el comisario.

Haya o no un arma de por medio, que se sigan suscitando este tipo de hechos aún con un cambio de autoridades en la cúpula policial, sigue generando preocupación en una comunidad en la que ya se dieron varios delitos importantes en los pocos meses transcurridos en este 2017.