El municipio procedió a colocar la faja en uno de los negocios que debía tener las puertas cerradas según se establece en la presente reglamentación. Sin embargo, se pudo constatar que seguía desarrollando su actividad bajo la modalidad delivery. Ya se había realizado una advertencia y en este caso no hubo contemplación alguna.

Si bien en un primer momentos las heladerías y pastelerías pudieron continuar con la atención al público, pero solamente mediante la atención teléfonica. Rápidamente eso se modificó. Al no tratarse de un alimento esencial, se acordó que, para reducir la circulación en las calles, se retirarían aquellos vehículos destinados al reparto de dichos comestibles.

Pero para que no todo el mundo hizo caso. De hecho, según le consta a este medio, fue el mismo Intendente, Andrés Golosetti, quien pudo comprobar la infracción. Ya que se habría comunicado con el local para saber si estaban entregando mercadería puerta a puerta, y la respuesta positiva lo terminó de desencajar.

Inmediatamente, se envió al cuerpo de inspectores locales para proceder a la correspondiente clausura. Ahora sus dueños se enfrentarán a las sanciones que se determinen.