Este miércoles representantes del Sindicato de Camioneros delegación Casilda y delegados de los trabajadores de la distribuidora Giavarini mantuvieron una reunión con autoridades de la empresa Milkaut por la situación de las 20 familias que se encuentran en vilo por el cierre de la firma casildense y la falta de pago.

En el encuentro solicitaron a Milkaut que se haga cargo de lo que se les adeuda a los trabajadores (mayo completo y lo que va de junio). La empresa ofreció abonar una parte, opción que será analizada para luego dar una respuesta. En principio sería aceptada.

En tanto que el lunes habrá una reunión en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo provincial donde estarán presentes todas las partes involucradas en el conflicto para analizar una solución y ver los pasos a seguir. 

Mientras tanto veinte familias continúan en situación de incertidumbre por el cierre de la empresa Giavarini de Casilda, encargada de la venta y distribución de artículos comestibles

En diálogo con Radio Casilda el titular de la delegación Casilda del Sindicato de Camioneros Hernán Álvarez señaló el martes que la situación “está complicada. Tanto para la empresa como para los trabajadores. Hay una incertidumbre tremenda. Los muchachos la están pasando mal”.

De acuerdo  a lo señalado, el problema radica en que la empresa “acusa que no tiene trabajo para darnos porque la firma de lácteos con la que viene trabajando no le da carga. Eso es porque hay una suma millonaria de dinero que Giavanini le debe. Por esta deuda Milkaut cortó la carga y el problema es que el 87 por ciento del negocio son productos de esa empresa de lácteos”.

Los trabajadores en conflicto son veinte: catorce de ellos representados por el Sindicato de Camioneros más otros seis. Se les adeuda todo el mes de mayo y los días que van de junio.

Las puertas de la distribuidora permanecen cerradas y de acuerdo a lo señalado por Álvarez “el dueño dice que es algo temporario pero Milkaut le bajó la persiana y estamos en un 90 por ciento de que la empresa cierre. El problema es entre la empresa y la distribuidora y lamentablemente los trabajadores son los perjudicados sin tener nada que ver”.

Por último, manifestó que es “la segunda vez que el empresario usa a los trabajadores para los problemas comerciales. Hace aproximadamente un año ocurrió lo mismo con la firma Patty, y en esa ocasión tuvo éxito gracias al apoyo del Sindicato. Pero esta vez no”.