La semana anterior se dio el visto para que la ciudad vuelva a recuperar la actividad en complejos deportivos de fútbol 5 y hasta se aprobó el protocolo para garantizar las prácticas del deporte más popular en los clubes. Este pequeño avance alimenta la ilusión que los lugares de inclusión también tengan su posibilidad en el mediano plazo. 

Desde CasildaPlus.com consultamos puntalmente a dos de estos espacios que tanto hacen por aquellos niños y adolescentes con menos posibilidades. En la Escuelita Deportiva Nueva Roma se está poniendo al punto el predio, en tanto que en El Potrero hay nuevos arcos y los chicos volvieron a divertirse durante el fin de semana.

Daniel Scopetta, uno de los profes de la Escuelita, adelantó que aprovecharon el feriado para hacer algunas tareas en la cancha situada en el corazón de barrio Nueva Roma. Hace unos ocho meses que las instalaciones no se visitaban y hasta había sufrido el robo del cableado. "Apuntamos a poder hacer algo a final del año. Pero hasta no normaliza la actividad, será difícil mantener un protocolo", dijo el referente.

Por otra parte, remarcó que siguen en contacto con los chicos y sus familias a través de la Casita Popular. De hecho hay entregas de viandas de manera periódica para ayudar a paliar este difícil momento.

Las carencias alimentarias también se hacen sentir en barrio Yapeyú. Donde el trabajo de Chubi Otarola es incansable. Poco a poco El Potrero quiere volver a ser. La semana pasada se colocaron arcos nuevos y hasta se contó con la colaboración de personal municipal para poner el campo de los sueños en condiciones.

"Nos regalaron pelotas, tres juegos de pecharas y pusimos en condiciones la cancha. Hicimos hormigón, la marcamos y hasta tenemos un parapelotas", manifestó el ideólogo de la canchita de Magaldi y Mitr. 

Luego de tanto esperar, y al menos por un ratito, un grupo reducido de jóvenes volvió a pegarle a la redonda en la previa al partido de la Selección Argentina. "Fueron apenas 30 minutos, todos con barbijo y con su botella de agua. Quizás está mal pero los pibes se lo merecían, ojalá nadie se enoje", se sinceró Chubi. Una vez terminado el mini cotejo, se repartió la merienda y cada uno miró el partido de la albiceleste desde su hogar.