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En 1993, ganar un partido aún valía dos puntos y no tres. En la Liga Casildense, 9 de Julio vencía a Atlético Sanford en la final e iniciaba su hora más gloriosa con el proceso del tricampeonato. En ese torneo, por última vez, se vio la camiseta blanca con la V azulada del Arnold Fútbol Club en el fútbol grande de la Liga. Hoy, un cuarto de siglo más tarde, el Picapiedras sueña con el regreso. Si bien el reglamento le otorga un año más, la dirigencia está agotando las instancias, y en la noche del lunes habrá una reunión clave con vistas a participar en primera división y reserva.

En las primeras semanas de 2018, la comisión directiva de la entidad, viene debatiendo acerca del presupuesto que demandaría jugar en Primera y la manera de afrontarlo. Con ello a cuestas, la apuesta sería austera: un plantel de bajo costo, con jugadores de Coronel Arnold y localidades aledañas para cerrar filas. Pero para que ello se pueda dar, es vital lo que se pueda aportar desde la comuna local.

La noche del lunes será el momento de la verdad. En la sede de la calle Maipú, la cúpula junto a los socios, tendrán la respuesta de parte de la comisión comunal. De allí, tomarán la decisión definitiva. Cabe recordar, que habiéndose reafiliado a la Liga en 2013, el club no tiene aún obligación reglamentaria de participar en divisiones mayores hasta 2019, por lo que la permanencia en la institución madre del fútbol zonal no está en riesgo.

De darse la vuelta de Arnold, el campeonato tendría catorce equipos participando. La fallida alianza con Sportivo Matienzo, no desanimó al pueblo picapiedras. Poniendo el pecho y remando desde una localidad que no llega a los mil habitantes, se anhela con el regreso tras 25 años en que el fútbol mayor del club sólo se circunscribió a participaciones en ligas independientes.