Se viene la semana más fría en lo que va del año y no sería de extrañar ver heladas en zonas más descampadas. El fenómeno que habitualmente se refleja por las escarchas en la vegetación tiene na explicación científica y algunos secretos. Lo que sí podemos confirmar es que se trata del primer indicio fuerte que el abre la puerta al invierno.

Gracias al material aportado por el Proyecto SAT, a cargo de expertos meteorólogos de la región sur de Santa Fe, estamos en condiciones de afirmar que la helada nunca cae, mucho menos se levanta, ni tampoco se asienta. Es un fenómeno que "se produce", y se debe al enfriamiento del suelo. La tierra -suelo- pierde calor y enfría el aire.

"La helada consiste en un descenso de la temperatura ambiente a niveles inferiores al punto de congelación del agua y hace que el líquido o el vapor que está en el aire se congele depositándose en forma de hielo en las superficies", detallan desde el Proyecto SAT. En una primera clasificación se las puede dividir en Heladas Meteorológicas -se alcanza el 0°C dentro del abrigo Meteorológico- y Heladas Agrónomicas -Se alcanza el 0°C sobre el nivel del suelo-.

En la región del sur santafesino abundan las denominadas "helada por radiación". Las cuales se formar por enfriamiento progresivo e intenso del suelo, por radiación de su calor, produciéndose mayormente en las noches de cielo despejado. "La humedad atmosférica, que puede ser relativamente cálida y seca, se condensa sobre las superficies sólidas en forma de rocío o congelándose", cuentan los expertos en la materia.

Las heladas por radiación forman parte de las llamadas Heladas Blancas. Que ocurren sobre las superficie de las plantas. Pero también existen otras más dañinas para los cultivos, las Heladas Negras. Estas últimas acontecen con baja humedad atmosférica e intensa disminución de la temperatura. El hielo se forma dentro del tejido de la plantas y luego aparecen manchas oscuras, produciente el descascaramiento interno.