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El móvil de Radio Casilda estuvo de recorrida por la parte céntrica de la ciudad en un día de intenso calor. Pero cuando quiso tirar una moneda en la mítica Plaza de la Fuente para desear que bajara un poco la temperatura, se encontró con una sequía propia de un desierto. Poco duró aquel anuncio que se realizó con bombos y platillos a principio del 2018.

El acto de reinauguración coincidió con los cien años de Casilda como ciudad. Luego de más de dos décadas y medias sin funcionamiento, se colocó una cañería perimetral, se restauró la estatua y se sellaron las filtraciones. Todo a fin de que se pudiera ver el movimiento de agua que tan caracterizaba al lugar. 

Todo parecía ir viento en pompa, pero comenzaron a aparecer charcos en los alrededores, los contenedores se rebalsaron y para octubre de ese años, la Fuente de los Deseos estaba nuevamente deslucida. Desde la secretaría de Obras y Servicios Públicos adujeron que hubo vandalismo. Los picos de retorno del agua se taparon y hubo de iniciar desde cero. 

A más de un año de esa última intervención el panorama no varió. O en realidad sí. Porque ya no se bombera agua. Simplemente quedó la estructura central con los leones hacia los costados. Una verdadera lástima que un momento que se esperó durante 26 años, haya durado tan poco. Aunque en el resto de laas 'Cuatro Plazas', el panorama no es muy diferente.