__tadevel:head__

El decreto provincial que afecta directamente a los departamentos del sur santafesino causó revuelo y bajo acatamiento. Sobre todo en el sector comercial, eslabón clave para reactivación de la economía. Si bien las normas están vigente, el sábado muchos optaron por abrir sus puertas de igual manera y eso motivó un encuentro entre referentes de los empresarios y la intendencia.

Según el comunicado que se difundió en la noche del sábado, el Poder Ejecutivo de Casilda "convocó a distintos sectores de la actividad económica para realizar una evaluación que contemple el cuidado de las fuentes laborales". Existe una unanimidad en la opinión de los trabajadores y empleadores con respecto a que ya no se puede negar la posibilidad de abrir las puertas pese a la fase 1.

"Comprendo y entiendo las necesidades por eso acompaño la solicitud del sector, y elevo su pedido al Comité de Crisis Departamental para que sea analizado y enviado al Ministerio de Salud de Santa Fe", manifestó Golosetti luego del encuentro. Lo cierto es que los comerciantes esperan una respuesta que no pase del día lunes. 

De hecho, desde el Centro Económico del Departamento Caseros enviaron una nota dirigida a Omar Perotti, en la cual se da cuenta que "en este largo proceso de cuarentena los comercio e industrias de Casilda, y toda la actividad económica en general ha sufrido un grave deterioro que para muchos ha significado el colapso de sus empresas". Incluso refieren que no se condijo con un aporte en la baja de contagios que se expresan en los partes médicos diarios.

"El comercio necesita pagar a sus empleados, la luz, el alquiler y vivir dignamente", se insiste en el reclamo del sector. Argumentando que los protocolos en los lugares de trabajo se cumplen y que incluso sugieren una extensión de horario para evitar largas colas y aglomeramiento en las veredas.

La situación de Casilda no es ajena a lo que sucede en otras dependencias. Venado Tuerto organizó una multitudinaria marcha pidiendo que se revea la situación y en Firmat se nota el mismo estado de ánimo. La estrategia del Gobierno Santafesino para bajar la circulación de las personas en la calles no fue bien tomada por una parte importante de la población  y parace una obviedad que las reglas de juego van a cambiar.