Los combustibles líquidos a que hacemos referencia son los que usamos como fuente de energía en el transporte, en la industria, en la generación de electricidad: la demanda, y a la forma en que se producen y comercializan es en estado líquido: la oferta.

Estos combustibles líquidos se producen fundamentalmente en las refinerías del país y también su origen pueden ser la importación. Las refinerías son al mismo tiempo responsables de hacerlos llegar hasta las estaciones de servicios propias o de terceros.

Una refinería es aquella Unidad Operativa que transforma el petróleo en derivados líquidos, gaseosos y sólidos. Para tener idea: una de alta complejidad puede obtener más de 30 productos finales comercializables.

Las empresas que operan estas unidades se llaman refinadoras. Las más destacadas del país son:

-YPF (51% del Estado Nacional) con tres refinerías ubicadas en Lujan de Cuyo (Mendoza), Ensenada (Buenos Aires), Plaza Huincul (Neuquén). Detenta  aproximadamente el 60% del mercado de naftas e igual de gas oil.

-Raizen (Grupo Cosan y la Royal Dutch Shell, desde 2018) con una refinería ubicada en Dock Sud (Buenos Aires).

-Axion (Bridas Corporation y Britsh Petroleum, desde 2018) con una refinería ubicada en Campana (Buenos Aires).

-Puma Energy (Trafigura desde 2018) con una refinería ubicada en Bahía Blanca (Buenos Aires).

-Refinor (YPF, Pampa Energía, Pluspetrol) con una refinería ubicada en Campo Duran (Salta).

Todas tienen la enorme importancia de transformar el petróleo producido en el país y en algunos casos de importación, en productos de mayor valor y de alto impacto en la economía del país.

¿Cómo es la Cadena de Valor? Las refinerías reciben en sus instalaciones el petróleo de los productores y el de importación, a través de diferentes medios de transporte: oleoductos, barcos, ferrocarril y camiones. También reciben biocombustibles a saber bioetanol y biodiesel de producción nacional que por ley deben incorporar en la fase final, a las naftas y gas oil respectivamente.

¿Cómo entregan sus productos a las estaciones de servicio?. Las refinerías son las responsables del transporte de estos productos por el país a través de poliductos, barcos y específicamente por camiones hasta los tanques de las estaciones de servicio. También algunas de estas empresas refinadoras suelen importar estos combustibles líquidos. Para tener una idea en 2019 se importo gas oil por un valor de 1.135.506.365 dólares y de naftas por 256.000.000 dólares.  

Veamos como impactan todos estos actores, petroleo, refinación y biocombustibles a los que agregaremos los impuestos, en los costos y precios en los combustibles líquidos, en este caso las naftas y los gas oil.

-Petróleo crudo, el de mayor impacto. Su origen nacional, en mayor proporción, hace que el Estado nacional fije por decretos su valor en el Mercado interno. He aquí uno de los grandes temas que el país en sus diferentes gobiernos no ha podido encauzar: el costo del petróleo en boca de pozo que plantean los productores y que complica la cadena de valor de los combustibles líquidos. Este valor del petroleo crudo está influenciado por la cotización del dólar comercial y el precio internacional del barril de petroleo crudo. Nuestros petróleos están referenciados al precio del petroleo tipo Brent, producido en el mar del Norte y referente del mercado europeo. 

-Margen de Refinación, que incluyen los costos de refinación, más impuestos. Depende en gran medida de la complejidad de las instalaciones y en la eficiencia de su operación. Se le incorporan: el margen de transporte, comercialización mayorista y minorista.

-Biocombustibles. Los refinadores están obligados por ley a incorporarlos sobre las mezclas finales de naftas y gas oil. Por decreto se fijan los porcentajes de agregado de bioetanol y biodiesel respectivamente. Hasta principios de este año, la incorporación de bioetanol en naftas era del 10% y de biodiesel en gas oil del 12%. 

-Impuestos. Tema más que clave en la estructura de precios de los combustibles líquidos. Un dato de la reforma tributaria llevada a cabo por el Estado: la presión impositiva sobre los combustibles es del 45% en naftas y del 40% en gas oil. Hay dos impuestos específicos, ICL e IDC. Son montos fijos que afectan por tipo de combustible, y se actualizan por trimestre calendario sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor.

Como vemos el Gobierno tiene la difícil tarea de equilibrar a estos actores dentro de la oferta para que la demanda no reciba un impacto de consecuencias para la economía y lo regula a través de decretos que limiten o posterguen estas variaciones en los precios finales.

Analicen, piensen el impacto de la energía en nuestro quehacer diario, pero también piensen que desde 1993 y con diferentes gobiernos, venimos padeciendo el abandono del Estado nacional en la toma de decisiones estratégicas y la entrega de sus instrumentos ejecutores: las Empresas del Estado.