Yanina Espíndola es la mamá de Francisco Quintana, el joven de 15 años que falleció a fines de noviembre del año pasado luego de consumir una potente droga en una plaza de Casilda. A raíz de ello se comenzó una investigación que el pasado sábado tuvo la novedad de diez allanamiento en la ciudad que dejaron a diez personas detenidas. Luego de ello, la mujer dialogó con Radio Casilda para dar a conocer sus sensaciones.

“Quedé sorprendida con los allanamientos. Casi no conozco a quienes fueron detenidos, hay nombres que ni siquiera los tenía y conocía. Si bien puede que estén vinculados con el hecho de mi hijo, aún no hay certezas”, dijo.

Yanina manifestó que con las recientes actuaciones “dieron un gran paso desde la justicia. Esto es importante para la ciudad”.

Desde el fallecimiento de Francisco se realizaron varias marchas bajo la consigna “Ni un pibe menos por la droga”, con el objetivo de concientizar sobre la problemática que se vive a nivel local. Autoridades, vecinos y muchos jóvenes se sumaron en apoyo a la causa.

En relación a lo encontrado en los allanamientos, manifestó estar “sorprendida por la cantidad de drogas que encontraron, la mayoría sintéticas: una de ellas fue la droga que causó la muerte de mi hijo”.

La mujer contó que días antes de los allanamientos había tomado contacto con miembro de la justicia “y sabía que se estaba avanzando rápido. Cuando me acercó al Tribunal Federal me dijeron que tenían bastante información pero había que ser prudentes”.

“Cuando hablé en Rosario –continuó- con el fiscal de la causa, me dio esperanzas porque me dijo que iban más rápido de lo que ellos mismo creían. Y me prometieron que iban a hacer todo lo posible para el esclarecimiento de la muerte de Francisco. Me dieron un alivio porque noté que estaban comprometidos con la causa. Siempre tengo la esperanza de que la muerte de mi hijo se va a esclarecer”.

Respecto a quienes permanecen detenidos, explicó: “a mí no me importa si son o no perejiles. Pero si ellos no existieran, los grandes no andarían matándonos a los pibes. A mí me mataron un hijo. Lo viví en carne propia y entonces es muy difícil. Sé que para los familiares de los detenidos deben ser difícil tener a alguien preso. Pero yo desde un principio dije que tienen  que pagar por la muerte de mi hijo”.

Y continuó: “no pueden andar vendiendo como si nada porque no saben el daño que le pueden producir a otra persona. Exijo y pido justicia y que esto no siga pasando. Por alguien hay que empezar, sean chicos o grandes. Veo que no se tomó conciencia en nada porque en los recientes allanamientos encontraron tanta cantidad de droga”.