Víctor es camposantero desde hace más de 20 años y durante la mañana de este martes contó al aire de Radio Casilda una historia muy particular. Tiene que ver con Pilu, el perro más famoso del Cementerio San Salvador de nuestra ciudad.

"Hay muchas anécdotas pero una es la del perrito que la mayoría de las personas que asisten al cementerio lo conocen", -comenzó diciendo Víctor-, y agregó: "Es un perrito negro que se llama Pilu, entró con un servicio hace más de diez años atrás con un señor -su dueño-, era cachorrito él. Se paró en la tumba y regresó a su casa".

Pero la historia continúa: "Al tiempo volvió y se quedó acá en el cementerio y se fue haciendo parte de lo que es el grupo de trabajo. Está en distinto turnos y el permanece en el hall de entrada donde tiene su comida y su agua, está bien atendido por los veterinarios, la gente le trae comida, la mayoría lo conoce", agrega el camposantero que ya hace dos décadas trabaja en el lugar.

Hace diez años, murió su dueño y el ingresó con el servicio y la gente que acompañaron al difunto. Pero al quedarse siempre allí, "se hizo parte de la familia", señala el entrevistado, al punto que asegura que hoy va junto a cada uno de los fallecidos desde que son trasladados desde el ingreso al cementerio hasta el lugar donde descansarán el resto de sus días.

Víctor indica que si bien "lo tratamos de llevar a otro lado donde esté mejor, el se quiere quedar acá". Pilu, el perrito que siempre está postrado en el ingreso, decidió quedarse cerca de su dueño y no irse nunca más. 

La palabra de Víctor, el camposantero del Cementerio San Salvador de Casilda.