El rotundo triunfo de Maximiliano Pullaro en las PASO 2023, que lo deja en la puerta de la Casa Gris, se debe seguramente a sus probadas virtudes como candidato, pero también a un factor que no aparece en los spots ni en la cartelería: la organización política.

El ex ministro de Seguridad es la encarnación de un poderoso entramado de senadores, intendentes y presidentes comunales que demostró un funcionamiento de relojería suiza. Es la estructura, el aparato, eso que suele calificarse desdeñosamente cuando se trata del peronismo.

Hay resultados que son reveladores. En el departamento San Cristóbal, territorio del presidente del radicalismo santafesino, la precandidatura de Pullaro bordeó el 75% de la interna. En General López, cuyo senador Lisandro Enrico fue el primero en anunciar por Twitter la victoria, también el resultado estuvo arriba del 70% en la disputa intestina.

Carolina Losada intentó suplir ese déficit con su figura hiperconocida, una campaña agresiva y audaz, y el respaldo de figuras de gran peso nacional, como Patricia Bullrich y Mauricio Macri. No le alcanzó, ni de cerca. El breve encadenado de frases incongruentes cuando tempranamente salió a admitir su derrota dan cuenta del estado de conmoción. 

En shock también quedó el peronismo, descalabrado por la dureza de las urnas. Marcelo Lewandowski, que aspiraba a ser individualmente el candidato, fue doblado en votos por Pullaro y quedó incluso por debajo de Losada. Necesitará bastante más que un milagro el 10 de septiembre.

Salvó la ropa Omar Perotti, que puede mostrar un nítido triunfo en su categoría. Ello no implica que tenga garantizada la elección general ni muchísimo menos, atento a la abultada sumatoria de Unidos para la Cambiar Santa Fe. Pero está vivo, algo que, luego del golpazo, vale oro.

La alerta roja en el justicialismo se encendió mucho más allá del territorio santafesino. Los resultados provinciales no son en modo alguno trasladables de manera automática a una elección a escala país, pero es evidente que estas primarias tuvieron, en el frente vencedor, un alto componente nacional. Parece haberse terminado de consolidar aquí una mayoría electoral ciertamente contradictora del oficialismo nacional. En la tercera jurisdicción argentina, nada menos.

En definitiva, un cúmulo de elementos confluyó en la elección de este domingo, que pinta para ser histórica. El radicalismo se aproxima, como nunca antes, a la conducción por sí mismo del gobierno de la provincial de Santa Fe, 60 años después de la gestion de Aldo Tessio. Debe ser cierto eso de que la organización vence al tiempo.