POR JONATAN MOYANO

Carlos María de Alvear fue un personaje muy controvertido en nuestra historia. En primera instancia participó profundamente en la independencia Argentina; sin embargo más tarde, impuso sus intereses por sobre los de la Patria. Este hecho lo llevó a ser considerado como un traidor.

Su vida, su inicio en la carrera militar y la incursión en la vida política de Buenos Aires.

Alvear nació en 1789, en Misiones Orientales, actualmente Santo Ángelo, territorio el cual hoy en día pertenece a Brasil y anteriormente al Virreinato del Río de la Plata. En el año 1804, se trasladó junto a su familia a España, y fueron abordados por un barco británico; los tripulantes de este navío asesinaron a su madre y a sus seis hermanos.  Este acontecimiento influyó para que España le declare la guerra al Reino Unido e inició la Batalla de Trafalgar.

En 1807 inició su carrera militar y se unió al ejército realista para luchar en las guerras napoleónicas. Más tarde, fundó la Logia de Cádiz, que tenía por finalidad reclutar a los militares jóvenes americanos en España, y así sumarse a la causa de la independencia.

La relación con el general José de San Martín: De hermanos a enemigos.

José de San Martín, fue uno de estos reclutas que pertenecieron a la Logia de Cádiz. Con el estallido de la Revolución de Mayo de 1810, estos entusiastas americanos, emprendieron en 1812 el regreso a su país para contribuir a la independencia.  De esta forma, se originó la Logia Lautaro, para aportar a la revolución y a la independencia los conocimientos militares que habían adquirido en Europa.

Si bien esta red de logias los hermanaba, existía un vínculo aún mayor que los unía. San Martín era realmente hijo de Diego de Alvear, y Rosa Guarú (joven indígena que lo crio hasta los tres años); por lo tanto era hermano de Carlos María de Alvear. Este suceso perjudicaba tanto a la reputación de la familia Alvear, como a José de San Martín, que para poder ingresar a la carrera de oficial tuvo que declararse como hijo legítimo del matrimonio San Martín y Matorras.

San Martín, fue introducido a la sociedad porteña mediante Alvear, y tomaron su casamiento con Remedios de Escalada como un modo de integración; inclusive nombraron a su medio hermano como padrino de boda.

Durante el golpe de estado a la Primera Junta, ambos convocaron a la Asamblea de 1813, para debatir medidas revolucionarias. En ese entonces, comenzaron las tensiones entre uno y otro debido a que Alvear defendía profundamente el centralismo porteño, y San Martín se oponía. Desde ese momento se disolvió la Logia Lautaro y tomaron caminos diferentes junto con sus seguidores.

Tras emprender rutas opuestas durante la revolución, se formó una gran rivalidad entre ambas facciones. Mientras Alvear y su grupo tendieron a conformar el  poder político en Buenos Aires, San Martín fue enviado como refuerzo al Ejercito del Norte, y comenzó a establecer una fuerza para eliminar la opresión realista.

Al mismo tiempo, Alvear le ofreció a su tío, Gervasio Antonio de Posadas, el cargo como director de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Éste, como primer medida, nombró a su sobrino como comandante del ejército que sitiaba a los realistas en Montevideo; pero su actuación militar en este sitio fue muy breve ya que Guillermo Brown había realizado gran parte del trabajo.

Alvear y su enemistad con los revolucionarios: El héroe convirtiéndose en villano.

Las victorias en Montevideo, no fueron tan positivas como se esperaba. Los intereses de Alvear y los centralistas porteños eran demasiado desiguales a las de Artigas. Por un lado, el revolucionario pretendía la entrega inmediata de Montevideo a la Banda Oriental, hecho del que Alvear se encontraba en desacuerdo.

En enero de 1815, Alvear fue nombrado Director Supremo de las Provincias Unidas. Una de sus mayores aspiraciones fue entregarles la Banda Oriental a los portugueses, y de esta forma a los ingleses. Se encontraba completamente a favor de los intereses británicos en el Río de la Plata, a cambio de que los lusos no influyeran en los combates contra los caudillos. Es así como también sacaba del camino a Artigas. Los centralistas porteños, incluso el director supremo, consideraban que las Provincias Unidas del Río de la Plata, necesitaban ser gobernadas por una mano exterior para ser dirigidas de buena manera. Estos miembros de las clases altas de Buenos Aires, hablaban por la mayoría del pueblo, que por lo general contaban con ideales totalmente contrarios.

Tras la disconformidad presentada por las provincias unidas debido a su proceder, Alvear fue obligado a renunciar, tras atravesar tan solo tres meses en el cargo, y se exilió en Brasil. Desde allí, lanzó junto con su nuevo aliado chileno José Miguel Carrera, una campaña contra San Martín, Bernardo O’Higgins y Juan Martín de Pueyrredón. Empero sus deseos no iban a ser completados.

Luego de años de exilio, en la década de 1820, se le encomendó bajo el gobierno de Martín Rodríguez,  distintas misiones diplomáticas en Estados Unidos, Gran Bretaña y algunos pueblos latinoamericanos. Inclusive en 1824, fue enviado para lograr una alianza con Simón Bolívar para luchar en la Guerra del Brasil.

En su regreso a Buenos Aires, fue nombrado como Comandante en Jefe del ejército en 1826, y luchó en la Batalla de Ituzaingó. En ese momento, logró la victoria en numerosas batallas y a mediados de 1827 renunció al ejército y regresó victorioso.

Durante estos años se mantuvo activamente en la política, y en 1838 fue nombrado por Juan Manuel de Rosas como embajador de Estados Unidos. En sus últimos años de vida, advirtió sobre la actividad neocolonialista de Francia e Inglaterra en el Río de la Plata, y clamó por el cese de sus acciones. Finalmente falleció el 3 de noviembre de 1852 en Nueva York, defendiendo la verdadera causa de la independencia y la soberanía, como última actuación pública. A pesar de que la vida de este polémico personaje histórico continúa generando debates hasta hoy, y que la historia oficial proteja demasiado su imágen, es innegable su participación en el inicio de la conformación de Argentina como país.