En diciembre del 2016 Paula denunció que estaba en una fiesta y la drogaron, la secuestraron y abusaron sexualmente de ella. Tras cinco años de acosos y de un juicio que nunca llegó, Paula se quitó la vida.

Paula Martínez tenía 23 años y varios intentos de suicidio luego del espanto que tuvo que vivir cuando apenas era una adolescente y simplemente había asistido a una fiesta de cumpleaños enfrente de su casa para divertirse. Allí, un grupo varones la drogó y la secuestró. Luego la llevaron a otra vivienda en donde al menos siete de ellos la violaron.

Con mucha valentía y con el apoyo incondicional de su familia, la joven los denunció y fue sometida durante estos cinco años a hostigamientos por parte de los familiares de los acusados y a la desidia de la justicia argentina. Existe un prófugo y otros involucrados que Paula no logró reconocer.

Al momento de realizar la denuncia, los efectivos policiales y los encargados de hacer las pericias correspondientes no obraron como debían. Paula había denunciado también que la revisaron únicamente visualmente, que no le habían realizado ningún hisopado ni estudio en la sangre cuando ella estaba denunciando que había sido drogada.

Además, había sido atendida por un ginecólogo hombre cuando el protocolo recomienda que quien lleve adelante esas acciones sea una profesional mujer. 

Como si eso fuera poco, al momento en que ella se encontraba denunciando a los cinco violadores que había reconocido, estos ingresaron a la comisaría con clara intención de intimidarla y de demostrar total connivencia con el cuerpo policial.

En la mañana de este domingo 26 de diciembre, un familiar la encontró sin vida en una de las habitaciones de su casa. Paula ya había tenido varios intentos de suicidio y también había permanecido un tiempo en un establecimiento psiquiátrico.

Paula Martínez había realizado más de treinta denuncias por las amenazas y el hostigamiento que sufría por parte de familiares y amigos de los violadores imputados. Había acudido varias veces a los medios de comunicación para visibilizar su caso y nombrar a jueces y fiscales para evidenciar el no tratamiento que tenían de él. Paula tenía tres hijos y pedía justicia hace cinco años. En marzo del 2022 iba a llegar el juicio para los ocho acusados