Los controles de tránsito periódicos que realiza el personal municipal permiten secuestrar un sinfín de vehículos "flojos de papeles". En su mayor, se trata de motocicletas. Y lo cierto es que muchas nunca llegan a ser restituidas. Sus dueños renuncia a recuperarlas y el espacio de los depósitos locales es cada vez más reducido.

Según informó el juez del Tribunal de Faltas local, Emiliano Ardiani, todo ciclomotor que queda en potestad del municipio, primero es contenido en el depósito céntrico de calle Yrigoyen al 2400. De todas maneras, no tardan en ir a parar al terreno de bulevar Tomat. El gran problema es que se genera colapso con mucha asiduidad y los dueños tienen menos tiempo para recuperar sus vehículos antes de que pasen directamente a la compactadora.

La resignación de muchos dueños se está debiendo al precio de las multas. Que desde 2017 a esta parte se elevaron en 100%. Teniendo en cuenta que están sujetas a una unidad fija que responde al precio del litro de nafta premium. Por otra parte, otro de los errores de los conductores es manejar sin la transferencia correspondientemente realizada. No son poco los casos en los que el nombre de la cédula del rodado no se condice con quien maneja.

Más allá de los problemas económicos que se atraviesan en todos los sectores, Ardiani sostuvo que el municipio ofrece planes de pago para multas onerosas y hasta la posibilidad de cubrirlo con tareas comunitarias.