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Las modalidades de robo se siguen ampliando en las calles de la ciudad y el cuidado tiene que ser extremo. En los últimos días son, por los menos, tres los casos en los cuales se menciona a una pareja que recorre distintas viviendas junto a una pequeña niña. Piden permiso para ir al baño y, mientras uno distrae a la víctima, el otro aprovecha la ocasión para tomar objetos de valor.

El primer hurto que se concretó tuvo lugar en un local de ropa para niños ubicado en Lisandro de la Torre, casi esquina Casado. Fue el lunes cerca de las 19. El matrimonio ingresó junto a quien se presupone que es su hija y luego de algunos minutos, intentaron retirarse con mercadería escondida. Los dueños del comercio se dieron cuenta y hasta los persiguieron. Aunque no pudieron ser capturados.

Pero eso no fue todo, porque en días posteriores, hubo vecinos que aseguraron haber visto a personas que coinciden con una descripción similar. En esos casos, golpeaban la puerta en domicilios particulares y pedían permiso para pasar al baño. Lo intentaron dos veces en la misma cuadra. La primera víctima les negó el paso porque alguien estaba utilizando ese sector de la casa, aunque en otro domicilio no contaron la misma suerte. Su dueña notó la faltante de objetos de valor cuando reingresó.