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Como periodistas y exceptuados -en parte- del aislamiento social nos toca salir a trabajar todos los días. A pesar de cuidarnos intensamente, los riesgos y el miedo constantemente siguen dando vueltas. Es necesario estar informados e informar, es el rol que debemos cumplir y para eso estamos. Pero hay una realidad: muchas personas salen a la calle, buscan excusas, parecen no entender que hacer lo que hacen, puede provocar algo irreparable. Y no, no se busca causar un caos con esto, sino alertar lo que está pasando. Después de todo, es para lo que estamos, contamos lo que vemos.

Personal médico, policial, de salud en general y de servicios deben estar en la primera línea de batalla y no únicamente contra el coronavirus, ahora también frente al dengue, leptospirosis, hantavirus, fiebre hemorrágica. Pero los egoístas nada más piensan en cumplir con sus “obligaciones impositivas” sin tener en absoluto un poco de empatía por quienes luchan con todas sus fuerzas para que las cosas no sigan empeorando. Todos, absolutamente todos, somos responsables de nuestras irresponsabilidades. Es mentir decir que no es así.

Entonces, lo ideal es tomarse en serio lo que está pasando, no relajarnos, no pensar que todo pasó. Porque no es así. Es un tiempo más de estar en casa, de aguantar el tirón. Es saber que a todos nos afecta la crisis económica, que las cosas no avancen, pero que sin dudas es peor lidiar con problema de salud.

No podemos cambiar la forma de pensar de las personas, pero si ayudar a crear conciencia, a respetarnos. ¿Qué estamos esperando? Preguntábamos hace algunas semanas. Hoy la incógnita sigue siendo la misma y el dolor de la irresponsabilidad duele más todavía.

Equipo de Casilda Plus.