A pesar de los insistentes reclamos por tener una policía más presente y activa, el día en el cual un jefe de la URIV decidió escuchar a los vecinos, muy pocos acudieron a su llamado. Apenas un minúsculo grupo de comerciantes y vecinos del centro se presentó en la noche del martes en el teatro Dante.

Marcelo Albornoz quiso conocer de cerca a los casildenses pero se encontró con más actores del arco político que con los propios ciudadanos que residen en la zona céntrica o son propietarios de locales.

El Jefe de Policía contó con el apoyo del Intendente Juan José Sarasola, el Senador Eduardo Rosconi y la Diputada Claudia Giaccone. También concurrieron todos los concejales a excepción de Viru Yualé y algunos integrantes del gabinete municipal entre los que se destacaba Federico Censi, Secretario de Seguridad Ciudadana.

Entre todos se dio una charla-debate en la que se destacaron algunos puntos que tuvieron un desarrollo especial. Albornoz hizo una descripción de cómo está comenzando a diagramar la prevención en la ciudad ante algunos comerciantes y representantes del Centro Económico.

A pesar que fueron invitados, nadie del Poder Judicial acudió a la cita. Sarasola justificó la ausencia advirtiendo que algunos integrantes del mismo le manifestaron que la decisión de asistir no depende de ellos y que están dispuestos a participar en el marco institucional, como por ejemplo en un concejo de seguridad, que será convocado y en el cual, el vecino que esté interesado en participar puede anotarse y cuando haya reunión será llamado.

Una de las tomó la palabra con más énfasis fue Claudia Giaccone, quien comenzó a hablar de su gestión como secretaria de acción social mientras Eduardo Rosconi gestionaba como intendente. La actual diputada provincial sostuvo que junto a la concejala Antonia Pierucci, atendían la problemática de los niños en situación de calle. Daban respuestas inmediatas, a diferencia de lo que sucede actualmente y se ve en las calles de la ciudad con algunos niños que deambulan en claras condiciones de necesidad.

El propio Rosconi expuso la modificación que se hizo en el código penal y sostuvo que algunos jueces hacen una lectura garantista de las leyes. Agregó que Cristina Pecoraro, la Jueza de menores de Casilda, hace un excelente trabajo con las familias de los chicos en conflicto con la ley.

Se habló sobre la problemática de la droga y la posibilidad que el gobernador Miguel Lifschitz dé el visto bueno a la ley de narcomenudeo, ya que las causas federales de Casilda dependen de un juzgado que está en Rosario, con el trabajo de tres fiscales y dos jueces que tiene que atender todos los casos del sur de Santa Fe.

Otro de los grandes temas fue lo que sucede durante la noche, en los fines de semana de Casilda y la zona. Sarasola admitió que la venta de alcohol en boliches y fiestas a los menores es un problema generalizado, de la sociedad toda, aunque la ordenanza vigente no se cumple dado que está claro que se venden bebidas a menores de 18 años.