Hacia finales del año pasado, el adolescente Iván Molina comenzó con síntomas extraños en su cuerpo que derivaron en un diagnóstico de leucemia. Fue hospitalizado en el Provincial de la ciudad de Rosario, aunque los profesionales que lo vieron llegaron a decir que sus posibilidades de sobrevivir eran muy remotas. Ocho meses después, el panorama cambió totalmente.

El joven de 16 años padeció jornadas con fiebre y luego tuvo sangrado de nariz permanente. Su madre lo llevó ala guardia del Hospital San Carlos, pero la cuestión de agravó. En Rosario le practicaron una punción y le dijeron a sus familiares que padecía leucemia.

Pasamos la Navidad y el año nuevo en el Hospital. Tuvo una hemorragia que hizo que estuviera algunos días en terapia. El 31 de diciembre lo intubaron y llegaron a decirme que no tenía más posibilidad de vida”, narró Sabina, su progenitora, en diálogo con Radio Casilda.

A mediados de enero, Iván salió de terapia y fue trasladado para seguir con su tratamiento. Los médicos no dejan de sorprenderse de su evolución y ayer le notificaron que la enfermedad está desapareciendo. Aun así, tiene que completar su proceso de quimio parea evitar que alguna célula maligna se reavive.

Gracias a toda la gente que donó sangre y a quienes estuvieron con nosotros mediante un mensaje de apoyo. Mi hijo va a poder empezar una nueva vida”, describió Sabina. Su guerrero está de pie y con más fuerzas que nunca.