A los 77 años, Evaristo Aguirre toma la palabra y habla de Casilda con una admiración inigualable. Es la ciudad que le regalo su primer y único amor, le regalo días y noches inolvidables. Hoy se abraza a la vida y le pelea a las patologías junto a su esposa como hace 49 años. "Si hubiese nacido en Casilda hubiese corrido con ventaja", sostuvo.

Evaristo recibió, en el Hogar de Residencia Avelino lottici, a Alejandra Berrondo de CasildaPlus este sábado 15 de octubre. Se lo notó ansioso, con ganas de contar todo lo que estudio de nuestras tierras. Habló del 11 de noviembre, de Carlos Casado, de los Demochados y describió todo lo que la ciudad le brindó. El historiador tiene una historia en Casilda la cual comparte con nosotros, lo que caminamos este suelo diariamente.

Evaristo junto a Alejandra

"Para mí la fecha de Casilda es el 11 de noviembre, es el día donde se colocó la piedra fundacional de Villa Casilda allá en 1874. No hay un acta, pero existe una carta que Carlos Casado le envía a su madre a España y le cuenta que comenzaron con el pueblo y luego se festejó sucesivamente hasta el año 1923. El primer ladrillo de lo que hoy es nuestra ciudad se colocó solemnemente el 11 de noviembre", enfatizó Evaristo. 

Además, habló de la Plaza Carlos Casado, de las dos o tres casitas que estaban en torno a este espacio verde, contó del primer embarque de grano que fue el destino de la urbe.

"El primer viaje con trigo fue en carreta y fue dirigido a lo que hoy conocemos como Carcarañá, luego surge lo otro, había al redor de 300 cabezas de bueyes propiedad de los primeros habitantes" describió el historiador y agregó "Luego con la creación del ferrocarril y el comercio de granos se fue agrandando el poblado".

"Si hubiese nacido en Casilda hubiese corrido con ventaja" dice emocionado, aquí conoció al amor de su vida con quien convive en el Avelino luego de 49 años de matrimonio.

Evaristo Aguirre nació en Rosario y fue el único hijo varón de dos hermanos. "A los 26 años, vinimos a dar una charla a Casilda con la Escuela Científica Bacilio y allí conocí a mi esposa, fue un flechazo, ella trabajaba en el Hospital, fue partera y se jubiló en esa profesión".

Luego de seis meses de conocerse con Elba Moroni se casaron en febrero de 1973 y se vino a vivir a Casilda. "Comencé a trabajar en la fábrica La Torre y nos hicimos la casita donde hoy está el Museo Desmochados. Fui muy feliz, mi esposa escribía a máquina, todo lo que yo le decía. Fue mi compañera de vida", dijo el historiador. 

Este matrimonio tuvo dos hijas, Gabriela y Amalia, y tres nietos casildenses, obsequios del lugar que tanto amo y estudió minuciosamente.

Evaristo junto a su hija Gabriela

Recorte por recorte, objeto por objeto, fue coleccionando siempre junto a su compañera, para lograr su sueño, tener un museo que demuestre la historia del pueblo que lo adoptó y al que, según él, tanto le debe. 

"Espero que Dios me dé vida para seguir investigando y aportar a la historia grande de Casilda" dijo esperanzado y agregó, "creo que aportes de los colaboradores e historiadores que han seguido el mismo rumbo, como Carlos Tosticarelli y Federico Antoniasi, se va a apuntalar la historia de Casilda completamente" cerró Evaristo Aguirre en una charla íntima rodeado de su realidad y siempre al lado de Elba. 

Mucho queda detrás de cada viaje en bicicleta cerca del río en busca de restos de historia. Mucho enseña su primer libro y los artículos que enumeran fechas y nombres detrás de Villa Casilda y aquellos viejos lotes de Demochados. Construcciones de uno de los personajes más maravillosos que nos deja la tierra de Casilda, la tierra de Evaristo.

Evaristo