Por cuarto año consecutivo, las inferiores del Club Alumni protagonizan un encuentro de hermandad con sus similares de Argentino de Marcos Juárez. En este caso, las categorías 2006 y 2007 del Alazán visitarán a la entidad de la provincia de Córdoba durante este sábado y domingo.

La delegación se compone de 65 jugadores y 17 padres, entre ellos cuatro que usarán el delantal, y ponen manos en parrillas, ollas y sartenes para cocinar, y los cuatro profesores a cargo. Ramón Acciarini, Jonatan Cisneros, Federico Pérez y Marcos Blua estarán al frente de los pibes.

Desde bien temprano, este sábado se suben al colectivo de Monticas que conduce Matías Contreras. El chofer de la empresa de transporte, fue jugador y profe y es hincha del Alazán, por lo cual es un aporte importante para el contingente.

Todo está monitoreado por Gabriel Brandoni, el coordinador del fútbol infantil de Alumni que brindó su testimonio en Radio Casilda. “No nos interesa el resultado deportivo sino que los chicos participen. Optamos por una modalidad en la que una vez culminada la jornada deportiva, nos vamos a una escuela con dos pabellones, comedor y espacios de juego. Cada uno se arma su casita, y hacen juegos recreativos en una especie de campamento”, señaló Chicho.

Esta iniciativa complementa una estructura basada en la organización y el respeto por la esencia del deporte. “Tenemos una política que ya lleva cinco años, en la que el chico toma al fútbol como parte de su educación integral. Tienen que pasarla bien y divertirse y sus padres deben acompañar, más allá del resultado. Esa es la base de lo que a futuro sí es competencia", afirmó. "

Ahora dejan una etapa global de desarrollo físico básico y pasan a la de la técnica coordinativa. La idea es que nadie sea obligado a jugar. Queremos que el papá de los chicos de Alumni se identifique con el club. Si juegan o no, es porque priorizamos hábitos de comportamiento y educación más allá que sean buenos o malos con la pelota”, cerró Brandoni en una declaración de principios de su trabajo.