En total, se retiraron 360 bolsas precintadas con 3300 armas de fuego, como armas cortas, armas largas, tumberas y municiones vinculadas a causas judiciales del sistema de justicia penal residual. La decisión fue tomada por el Ministerio de Seguridad de Santa Fe e intenta ser un guiño para reducir la violencia en la sociedad provincial.

El proceso no es nuevo, sino que se inició en el mes de diciembre del 2019. Relevando e inventariando las armas de fuego y otros materiales controlados pertenecientes a secuestros vinculados al viejo sistema de justicia penal, denominadas "armas protocolizadas".

Luego,  la Agencia retiró todo lo que quedaba en las Armerías Centrales de las Unidades Regionales, para que sean almacenados en el Departamento Logística “D4” en la ciudad de Santa Fe. para mejorar su custodia. Finalmente, se procederá a la destrucción del armamento en coordinación con la Agencia Nacional de Materiales Controlados -ANMAC-.

Lautaro Sappietro,  subsecretario de la Agencia de Prevención de la Violencia con Armas de Fuego, remarcó: "Cuando comenzamos la gestión nos encontramos con todo este material ocupando lugar y tareas de los efectivos policiales. Esto permite además liberar espacio en las Unidades Regionales, desafectar personal que estaba en la guarda o cuidado de este armamento, y reorganizar esos efectivos para que pueden ocupar tareas operativas en otro lado".