Cuando Bruno Sbrascini pidió el cambio y le dio lugar al ingreso de Federico Giustozzi, las caras de los integrantes del cuerpo técnico del Pulgón se transformaron. Intuían que iba a ser una baja sensible y lo fue. El volante que llegó el año pasado para ser campeón y regresó tras un breve paso en Studebaker de Villa Cañás, sufrió la fractura de su clavícula.

Tamaña lesión lo deja al margen de lo que quede del campeonato. No jugará la segunda final que tendrá lugar este domingo en la Villa Deportiva de Pujato y, de ganar 9 de Julio, tampoco podrá ser parte de un eventual tercer juego definitorio.

"Lo importante es que por ahora no está desplazada pero estoy con mucho dolor y no puedo tomar analgésicos porque puedo llegar a hacer algún movimiento y que eso sí genere un desplazamiento. Hay que aguantar. Es un mal momento porque no puedo jugar la final con lo que eso representa", dijo Sbrascini a CasildaPlus.com.

El volante que le brindó equilibrio y juego al mediocampo del elenco de Gustavo Raggio utiliza un cabestrillo para inmovilizar su brazo izquierdo y la semana que viene volverá a ser observado por el médico especialista para detallar los pasos a seguir y determinar si será o no intervenido quirúrgicamente. Mientras tanto, deberá mirar la definición del campeonato desde afuera.